Cuando el maxibolso te hace más delgada

divinity.es 08/02/2013 11:00

Una de las estilistas más influyentes de Hollywood y por tanto del mundo occidental es Rachel Zoe, defensora del Boho Chic, el estilo setentero y vaporoso que tantas y tantas celebrities han hecho suyo. Zoe es partidaria de larga melena suelta, gafas XXL, joyones y delgadez extrema, convenientemente exagerada con estrictas dietas y efectos ópticos tales como lucir un maxibolso que empequeñezca la figura femenina.

Se trata de toda una estrella mediática con verdadero poder en la moda y sus tendencias: Sus seguidoras, denominadas “zoettes” imitan su estilo vintage, siguen su reality 'The Rachel Zoe Project' y compran y copian los estilismos y accesorios que Rachel coloca a sus protegidas: las estrellas más elegantes y reconocidas del panorama famosil mundial.

El gran mérito de Zoe es haber convertido a artistas incipientes y sin gusto definido en auténticos adalides del estilo más divinitísimo. Y no precisamente en fiestas y eventos, donde todas van extramaquilladas y megavestidas… Sino que su poso bohemio y distinguido se ha dejado notar en el día a día de sus muchas pupilas.

Keira Knightley ha sido una de las que ha solicitado los servicios de la estilista, y vean con qué fortuna:

La espigada actriz se apunta al básico fácil de pantalón de talle alto con camiseta blanca, a una falda marinera con americana o a un sencillo recogido informal… siempre acompañado de un enorme bolso que estilice y marque la delgadez.

En el caso de Nicole Richie, el cambio fue espectacular.

La socialité abandonó su habitual chándal y muchos kilos y los sustituyó por vestidos y joyas para fiestas, leggings pesqueros para correr y una extrema delgadez no siempre favorecedora. La relación entre Rachel Zoe y Nicole Richie acabó muy mal, con horribles cruces de acusaciones, pero con un considerable aumento de fama para una y de estilo para la otra. Ambas continúan hoy creciendo en uno y otro sentido, y aunque ya no son amigas, hicieron formalmente las paces.

Nicole sigue portando enormes bolsos, y grandes gafas de sol, tal y como le enseñó Rachel, a la hora de practicar deporte o de pasear de forma informal.

Anne Hataway también fue aprendiz de la famosa estilista.

Con pelo corto, vestidos largos o abrigos urbanos, se acompaña de las consabidas sunglasses de moda y maxibolsos.

Ahora que se imponen los clutch, las carteras tipo sobre y los bolsos mini, muchas famosas continúan fieles al estilo Zoe: La clásica imagen de la poderosa estilista cargada de enormes bolsas y bultos, caminando acelerada con un café en la mano resulta casi parodiable.

Por ejemplo Ashley Olsen y Hillary Duff representan en estas instantáneas la perfecta celebrity homeless: con ropajes enredados al cuerpo, bolsos en los que podrían llevar su colchón y mantas a cuestas, y un café con el que calentarse en las frías mañanas invernales.

La gran verdad de los maxibolsos con la ropa informal es que se corre el riesgo de parecer una pastorcita urbana y cutre con zurrón, antes que una superestrella.

Vean si no qué soso se ve un color tan favorecedor como el amarillo cuando se combina con un bolso enorme y prendas informales. Hasta las bellísimas Cameron Díaz y Sofía Vergara quedan deslucidas de semejante guisa. En cualquier caso, los bolsacos grandes han alcanzado el status de locura colectiva en ciertos sectores, entre ellos el del famoseo.

Kate Moss con un estampado loqui; Reese Whitherspoon cual caperucita vaquera camino a casa de su abuelita; Mila Kunis con camiseta blanca normalucha y vaqueros rotos, con miles de euros encima sin que se noten, Selena Gómez disfrazada de famosa de incógnito o de mosca azul y Mena Suvari que nunca estuvo menos favorecida… Todas, dando muestras de enloquecido fervor hacia los bolsos gigantes.

En España, también alguna famosa sucumbe de vez en cuando a los encantos de este supercomplemento:

Ana Torroja con total look de guerrillera de las Farc o Berta Collado posando en jarra son buen ejemplo de ello. Desde aquí quiero hacer un llamamiento: No permitan que esto vaya a más. Los bolsos grandes están muy bien, pero cuando alcanzan el estatus de “ida de olla” podemos acabar como Miley Cyrus, que parece un llavero colgando del suyo. ¿Acabaremos siendo un complemento del maxibolso?