Desde que eclosionaran en los últimos años, sobre las redes sociales siempre ha sobrevolado la sospecha de cuánto hay de verdad tras el éxito de determinados perfiles. El de los seguidores falsos es un tema que redes como Twitter o Instagram tienen pendiente, y muchos famosos e influencers han sido acusados de haber comprado followers como forma rápida de alcanzar el estrellato digital. La última ha sido la cantante y actriz Angy Fernández.

Angy, que actualmente trabaja en la obra 'La comedia de las mentiras', en el Teatro La Latina, ha sido interrogada al respecto. Alguien le ha preguntado si había comprado followers, dada la supuesta baja cantidad de 'me gustas' que consiguen sus publicaciones.

La respuesta de Angy, que actualmente cuenta con 261.000 seguidores, no se ha hecho esperar. La artista ha subido a sus stories de Instagram un par de textos dando su opinión al respecto, defendiéndose de las acusaciones y reflexionando sobre la importancia que la sociedad concede a este tipo de temas.

"No he comprado seguidores, y es cierto que tengo pocos en comparación al número de seguidores. Y me he preguntado el porqué (...) Depende de lo que suba tiene más likes. Y últimamente estoy subiendo lo que me apetece, y no "triunfa".

Lo cierto es que la cuenta de Instagram de Angy dista mucho de los cánones de la de cualquier influencer o persona interesada en obtener repercusión. La mallorquina dedica gran parte de sus publicaciones a expresiones artísticas o imágenes de sus referentes, en vez de publicar cosas que le pudiesen traer más rédito. Algún seguidor ha aplaudido esta actitud: "Olé tú por subir lo que te sale de la zanahoria 💃".

Pero más allá de negar la acusación, Angy ha querido ante todo dejar clara su postura al respecto y mostrar la decepción que supone que para algunos usuarios de las redes el número de likes obtenidos por sus fotos sea algo importante. "Me raya un poco la importancia de eso. Que esto importe a la gente y me preocupe a mí. Quería compartirlo porque me pone triste que esto sea importante. Me joroba que esto me preocupe a veces".

La compra de followers es un tema recurrente que siempre sobrevuela determinados perfiles con una abultada cantidad de seguidores, pero con poca interacción de sus cuentas. Famosos, deportistas... casi nadie escapa de que sus cuentas sean analizadas con lupa por las redes, y hasta el mismísmo Mariano Rajoy fue acusado en 2014 de haber sumado followers falsos, tras haber incrementado sospechosamente de la noche a la mañana su número de seguidores en un 10%.

Según relataba el experto en redes sociales Nil García en Cazamariposas, "existen muchas páginas donde se pueden comprar seguidores pagando". Según sus palabras, con apenas 300 o 500 euros, la base de fans puede aumentar unos 100.000 o 200.000 seguidores. No es un tema baladí, pues una mayor cantidad de seguidores supone un mayor interés de las marcas para poder firmar contratos.