Pelayo Díaz nunca he tenido muchos reparos en hablar abiertamente de sus etapas más duras. Lo hacía en su libro 'Indomable' en el que se refería a episodios vividos durante su infancia. Lo hacía también en su reportaje para la revista Interviú, en el que el estilista posaba completamente desnudo por una buena causa. Momentos, personas y experiencias que, reconoce, le hicieron mucho daño: "Los niños son muy crueles en el colegio. Lo que yo sufrí no fue bullying porque también soltaba hostias como campanas", reconocía entonces en la entrevista paralela a la sesión de fotos, que él siempre ha calificado de "liberadora". "Te hacen sentir mal y no se lo decía a mis padres por no preocuparles ni decepcionarles", admitía.
El tema del acoso recibido por el estilista cuando era un niño ha vuelto a la actualidad ante las preguntas recibidas por sus seguidores a través de sus stories de Instagram. Uno de sus fans ha ido directo al grano: "¿Qué hacías cuando el imbécil de turno de clase te molestaba?" Pelayo no ha dudado y ha querido confesar cómo actuaba él en esos momentos: "Pensar en que yo iba a ser famoso y que ellos serían unos mediocres toda la vida, que sabrían de mí a través de las revistas", ha revelado.
Esta ronda de preguntas ha servido para que el diseñador abundase en su actitud ante los malos momentos, ya que han sido varios los seguidores que le han pedido consejos. Ante la pregunta de un seguidor pidiendo ánimos para alguien que no había tenido su mejor año, Pelayo se ha abierto: "Le diría que todos tenemos malos años. ¡Son necesarios! Hay que aprender de ellos, y también hacen que valoremos más cuando las cosas van bien. La vida es un cambio continuo. Unas veces estás arriba, otras estás abajo pero todo puede mejorar en cualquier momento. Un año malo lo veo como una oportunidad de hacerse preguntas y cambiar todo aquello que no te convence", ha afirmado.
Lo cierto es que la autoestima y el acoso han sido dos temas que siempre han preocupado y mucho al asturiano. Una de sus etapas profesionales de mayor proyección, su labor como estilista en 'Cámbiame', le sirvió para ahondar en esa faceta comprometida. Allí reconoció lo "jodidamente difícil que fue ser un adolescente", y no fueron pocos los casos de personas con problemas de autoestima, o que habían sufrido situaciones de acoso, a los que intentó infundir ánimo. Díaz no solo se limitaba entonces a aconsejar estilísticamente a los protagonistas del programa, sino que intentaba también inspirarles a superar complejos y problemas. Siempre poniendo en valor la diversidad y la libertad, en el programa pudimos conocer su lado más emocional.
Pero el acoso no es, por desgracia, un tema del pasado para el influencer. Este mismo año, Pelayo denunciaba los ataques recibidos en redes sociales, llegando a pedir ayuda a la Policía Nacional y a la Guardia Civil para saber cómo proceder. Entonces decidió compartir un mensaje con el que quería resumir su actitud al respecto: "Siempre me protejo con un círculo de energía positiva donde no cabe la negatividad de los demás", afirmó.
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