El embarazo de Sara Sálamo ha inundado sus redes sociales. Desde que el pasado mes de diciembre la actriz anunciase que ella y su pareja, el futbolista Isco Alarcón, serán padres en este 2019, su futura maternidad ha ido cogiendo presencia en sus cuentas.
Durante estas semanas, sus fans se han volcado con ella, llenando sus publicaciones de comentarios cariñosos y positivos. Pero, como no podía ser de otra manera, también ha habido hueco para los haters. Ocurrió hace un mes, cuando Sara tuvo que reivindicar su situación personal y laboral frente a aquellos que la acusaban de preocuparse en exceso por su físico durante el embarazo. "Mi herramienta y con lo que trabajo es conmigo misma, así que tengo que estar a punto para la vuelta al trabajo", se defendió la actriz entonces. Y ha vuelto a ocurrir ahora.
Esta vez, el motivo de los ataques también tiene que ver con el embarazo de la tinerfeña. Por lo que parece, algunos de sus seguidores consideran que, en la mayoría de imágenes e intervenciones públicas Sara abusa de repetir una postura: la de tocarse la barriga. Y la actriz ha querido dejar clara su postura al respecto en su última aparición.
Sara acudió ayer a la gala de entrega de los premios Fotogramas de Plata. Lo hizo con un abrigo-vestido amarillo de Dolores Promesas, que complementó con una coleta alta y un cinturón multicolor. Y en el posado en el photocall se puso las manos sobre el vientre. Ante las posibles reacciones que la imagen pudiese suscitar, la actriz decidió mandar un mensaje a sus haters.
Lo hizo en sus stories de Instagram, donde compartió la imagen del posado y añadió un pequeño texto: "Por cierto, haters, antes de los comentarios. Me toco mucho la barriga porque es mía y porque me sale del moño". La imagen recuerda a su posado en la alfombra roja de los Premios Goya, a los que intérprete acudió como parte del reparto de 'Todos lo saben', del director iraní Asghar Farhadi. En esa ocasión, pudimos ver la faceta más risueña de Sara, con un vestido de Pronovias en rosa claro.
Lo cierto es que Sara no es la única vip embarazada que recientemente ha sido objeto de críticas por tocarse el vientre en sus apariciones públicas. Meghan Markle ha sido una de las más cuestionadas por repetir tanto esta postura.
El escrutinio al que está sometida la duquesa de Sussex desde su boda y posterior anuncio del embarazo ha sido muy intenso. Y no pocos han considerado su gesto como forzado, y han hablado de "ganas de llamar la atención". Los expertos, sin embargo, reconocen que el de acariciarse y sujetarse el vientre levemente con las manos es una costumbre muy frecuente y que obedece a razones diversas. Desde un gesto instintivo a una forma de comunicación entre el bebé y su madre.