Tamara Gorro confiesa que usa el satisfyer o succionador de clítoris: "Ay cuando vea esto Ezequiel"

Tamara Gorro siempre se ha caracterizado por su sinceridad. En sus redes sociales, la extronista nunca ha tenido reparos en decir lo que siente y confesarse con su "familia virtual". Su casi millón y medio de seguidores están muy acostumbrados a que Tamara comparta sus anécdotas, despistes y momentos más surrealistas. Y ahora, la madrileña ha querido sincerarse todavía más con su público. Por eso ha dejado que le enviasen diez preguntas comprometidas, prometiendo responderlas todas. La ronda de curiosidades ha dejado más de una sorpresa. Y una de ellas ha provocado que Tamara estallase en carcajadas.

"¿Te masturbas?”, ha querido saber uno de sus familiares. La influencer no lo ha dudado dos veces y, entre risas, ha ido corriendo al baño en busca de un objeto. "¡Síii!”, ha respondido a gritos finalmente, entre risas, mientras mostraba a cámara un satisfyer o succionador de clítoris, el juguete erótico de la temporada. "Me lo estoy pasando pipa”, ha reconocido.

No ha sido la única pregunta sobre sexo a la que se ha enfrentado Gorro. Tamara ha tenido que confesar que no se ha liado nunca con una chica ("Tampoco hubiese pasado nada", ha admitido), que tampoco ha hecho un trío ("No, no, yo me desvío, o estoy a una cosa o a la otra, a dos cosas a la vez no puedo estar") o su postura sexual favorita ("La estrellita de mar"). Y también ha respondido a un seguidor que quería saber si había hecho el amor con su marido, Ezequiel Garay, en algún sitio incómodo: "Me pide el divorcio, os lo juro. Era bastante incómodo porque... ¡había muchas turbulencias!", ha reconocido entre risas.

En la ronda de preguntas ha habido hueco también para dudas de otro tipo. La presentadora ha querido hablar, por ejemplo, sobre si es tan feliz como muestra en redes: "Muestro lo que es. Ahora que estoy pasando por un momento de mierda, también os lo comparto. La vida para nadie es feliz plenamente, quien lo diga, miente", afirmaba.

Otra buena muestra de la naturalidad que Tamara le imprime a todo tuvo lugar hace solo unos días. La influencer acudió a una clínica para realizarse un tratamiento facial "heavy", en sus propias palabras. Y quiso demostrar a su "familia virtual" las secuelas de su retoque estético. "Se me va a desfigurar un poco la cara, os lo iré enseñando durante estos días aunque da bastante grima", advertía.

Poco después, la extronista dejaba ver cómo iba el proceso, con la piel de sus mejillas comenzando a levantarse. "La cara llena de potingue. Granos y marcas al descubierto. Pellejos colgando: la realidad", reconocía. Una situación que se une a las molestias que le ha generado una infección que ha sufrido en uno de sus dedos. Lo que parecía algo leve se acabó convirtiendo en un auténtico quebradero de cabeza para Tamara, como puedes ver en el siguiente vídeo.