Fiebre amarilla
Nuestras celebrities hacen caso omiso de las palabras de Molière
Si alguien preguntase cuál es el color de esta primavera, habría que responderle sin dudarlo: el amarillo. No porque sea el que mejor queda (no es un secreto que desluce bastante sin haber recibido un rayo de sol en el cuerpo), sino porque es el que está volviendo locas a las famosas de medio mundo. Os mostramos algunos ejemplos.
Comenzando por España, para que no se diga que siempre vamos a rebufo de las modas que llegan de allende los mares. La actriz Natasha Yarovenko lo eligió para los Fotogramas de Plata, Miranda Makaroff (hija de la diseñadora Lydia Delgado) lo combinó con rosa fuerte en labios y zapatos en la presentación del Calendario Larios, mientras que la fiesta de Yo Dona fue el lugar en el que la siempre elegante Manuela Vellés lució un impecable top amarillo empolvado.
En Reino Unido, por ejemplo, han adaptado la tendencia hacia los tonos más fúor. Fijaos en los zapatos de Sienna Miller (siempre un icono de estilo), en el top de Leona Lewis en un afterparty de los Grammy (¡parece sacada de una fiesta de superhéroes!) o en el vestido de la modelo Lisa Snowdon en los Brit Awards. ¿No queda fenomenal con labios rojos?
Pero si hay algo estupendo en esta tendencia es que no es, para nada, necesario darse al total look. Un bolso por aquí, unos zapatos molones por allá, un vestido o incluso una camisa hippy... lo importante es que el color dominante en el estilismo sea el amarillo. Y, ¿cómo lo logran? Haciendo que el resto del atuendo sea oscuro o en tonos neutros. Si no, se corre el riesgo de mutar en cuadro de Miró.