En un batir de pestañas
Las pestañas postizas ganan adeptas: buenas, bonitas y más baratas que el bótox
¿Recordáis aquel anuncio de L'Oréal Paris en el que Penélope Cruz lucía unas pestañas de infarto? La verdad es que nadie se cree eso de que te aplicas una máscara y tu mirada da un giro radical. Hombre, algo mejora... pero tampoco es como para tirar cohetes. ¿O acaso esperamos acabar con una mirada frondosa como la de Pe cada vez que nos echamos rímel? Lo cierto es que de natural tiene poco y quizá por eso tuvo que ser retirado en el Reino Unido por publicidad engañosa.
Es un hecho que las estrellas cine más eventistas (las canaperas de toda la vida) no salen de casa sin sus pestañas postizas. ¡Está comprobado rejuvenece un montón las facciones (¿serán el nuevo bótox?)! Las hay de mil formas: las de quita y pon (con pegamento, de toda la vida, que son las favoritas de Kim Kardashian), las extremadamente evidentes y las que duran varias semanas puestas (siempre en vuestra peluquería amiga). Todo dependerá de la cantidad de eventos que tengan en los próximos días y, por supuesto, de lo que les guste darse a la extravagancia.
Una de las que usa y abusa de pestañas postizas es Katy Perry. Pero creo que van mucho con su estilo de pin-up voluptuosa. Vamos, es ver su look al natural y venírsele a una el alma a los pies. Además, juega con ventaja: como casi siempre la vemos en foto de frente, sólo se ve volumen. No se nota demasiado que, vistas de perfil, son infinitas y nada naturales.
La lista de otras celebrities que conocen el truco es bien larga, pero aquí van un par de pinceladas. En el panorama internacional tenemos a la actriz Nina Dobrev como abonada perpetua: no sólo para eventos, también las ha incorporado a su personaje en The Vampire Diaries. Toni Braxton, que parece querer retomar su carrera musical ahora que ya sabe gestionar el dinero, ya tiene hasta un signature look para presumir de mirada. Y también a Karina Smirnoff, famosa por haber participado como bailarina en el 'Más que baile' norteamericano. Podríamos seguir añadiendo personajes de un modo infinito...
Y en España tampoco andamos mal servidas. En la presentación del último desfile de Loewe el pasado marzo en Madrid descubrimos a Adriana Abascal de lo más dominatrix y con sus postizas encajadas sobre una capa gruesa de eyeliner que tapaba cualquier desastre si se descolocaban. Las niñas dulces, como Ana Boyer, hicieron algo parecido (pero con un maquillaje ahumado, que es más discreto). Vamos, nadie que quiera verse mona para un evento se salva. A la belleza por las pestañas postizas.