Rey Louboutin I, El Copiado
El mago del calzado. El monacarca absoluto del tacón de aguja y las suelas rojas. El zapatero francés Christian Louboutin ha pasado a ser más famoso que sus propios clientes y eso que estamos hablando de miembros de las monarquías europeas, actrices de Hollywood o estrellas musicales mundiales, como Carolina de Mónaco, Danielle Steel, Blake Lively o Lady Gaga. Este talento le ha llevado también a ser el más copiado, más incluso que el 2.55 de Chanel: desde la todoterreno madonna al lujoso YSL, pasando por el democratizador Zara. Todos caen en la tentación de inspirase en el genio Louboutin.
Suelas, formas, añadidos... la creatividad de Monsieur Louboutin ha tenido que luchar mucho últimamente para tratar de mantener la exclusividad que su firma promete en cada par de zapatos. Uno de sus duelos en los juzgados más sonados de los últimos años ha sido con el grupo PPR, propietario de Yves Saint Laurent. ¿El motivo? Al parecer, la firma de moda estaba copiándole la icónica suela roja (aunque también juega con el color azul para pisar con garbo).
El zapatero francés no tuvo en esta ocasión el apoyo del juez, que afirmó que una marca no puede registrar un color, y los modelos de YSL no se retiraron del mercado. Aún así, no se ha dado por vencido y ha apelado la decisión judicial. Poco puede hacer, sin embargo, contra la infinidad de fashionistas que, a golpe de tutorial, hacen sus propias suelas en casa para que parezca que llevan Louboutins.
También contra Amancio Ortega perdió otro caso debido a las suelas. En ese momento dijo: "Lo entiendo, pero es un rojo en un contexto muy específico. Existe el rojo Ferrari y el naranja Hermès [...] Hasta en la industria alimentaria, Cadbury ha ganado a Nestlé por usar su packaging morado [...] y esto prueba que los colores son parte fundamental de la identidad de una marca. No digo que las suelas rojas me pertenezcan, solo hablo de un rojo muy concreto en una localización muy específica", afirmó dejando claro su punto de vista.
La línea de zapatos de piel con tachuelas puede estar también en el ranking de las más copiadas. No hay duda de que al francés le va lo del fetichismo tachueril, tanto que hasta lo pone en el calzado deportivo, pero eso anima a otras personas a inspirarse en sus gustos. Su amiga Madonna, sin ir más lejos, está a punto de estrenar colección de accesorios con profusión de pinchos. ¿De dónde ha sacado la idea? Probablemente del mismo lugar que Zara, una firma acostumbrada a las demandas por plagio. La diferencia de precios es abrumadora: 39,90 euros en la tienda de Amancio contra 765 del genio francés.
Según Louboutin ha confesado en varias entrvistas, la llamada del diseño le llegó de pronto un día de 1976, mientras visitaba el Museo de las artes de África y Oceanía en París, donde vio un anuncio africano que prohibía a las mujeres llevar zapatos con tacón de aguja a los edificios, ya que dañaría el suelo. "Quería desafiar eso", cuenta. "Quería crear algo que rompiera las reglas y diera poder a las mujeres". Y lo logró, alzándolas hasta 16 centímetros sobre el suelo. La cuestión de la suela roja también aterrizó por casualidad, al ver la manicura de una de sus empleadas en la tienda parisina donde entonces vendía zapatos con poco tacón y manoletinas. Hoy en día las tornas han cambiado: ya existe una manicura Louboutin que honra la visión estética del francés y ha sido vista en muchas celebrities, incluida la británica Adele.
Louboutin también tiene su hada madrina. Carolina fue quien le dio a conocer en el papel couché (igual que Carrie Bradshaw fue semi-responsable del auge de Manolo Blahnik). La princesa de Mónaco habló de su existencia en una entrevista. Desde ese punto hasta ahora, al diseñador le han llovido las ofertas, la publicidad gratuita y hasta el Design Museum de Londres le ha dedicado una exposición retrospectiva. En los años 2007, 2008 y 2009 su marca estuvo en el primer puesto de zapatos de lujo, según los rankings de The Luxury institute. Y las famosas se pelean por llevar sus diseños. Cuanto más tacón imposible, mejor. La lista de seguidoras es interminable, pero quien se lleva la palma es la escritora romántica Danielle Steel, que tiene más de 6.000 pares. Se dice de ella que salió una vez de la tienda con hasta 80 taconazos infinitos.
Si creen que 700 euros es una barbaridad, es que todavía no han pensado en los más de 6.000 que costó su modelo más ambicioso: el Marie Antoniette, bordado por el mítico Jean François Lesage (que hace los brocados de Chanel). Pero no es su única colaboración que ha hecho con otras marcas. Se estrenó como estrella en el Crazy Horse, desarrolló los zapatos de la Cenicienta moderna de la mano de Disney, propuso macarons para Ladurée, ha renovado el armario de Barbie y planea lanzar su propia firma de cosmética el próximo año.
De su biografía merece la pena reseñar que fue expulsado del colegio a los 12 años y nunca acabó ningún tipo de formación (estudió, con poco éxito, dibujo y artes decorativas en la academia Roederer), pero a los pocos años ya estaba bocetando zapatos, asistiendo en el vestuario de Folie Bergères, viajando por el mundo y descubriendo que lo que más quería era alargar las piernas de las mujeres hasta el infinito. Decir, a estas alturas, que a Blake Lively le fascinan sus zapatos y los quiere para cuando se case, que es favorito de Lady Gaga o que la mismísima Carrie Bradshaw (de Sexo en Nueva York) abandonó a Blahnik por él, parecen auténticas minucias. Porque, en el caso de Monsieur Louboutin, la estrella siempre es él.