La actriz ha cambiado mucho de look durante la promoción de Piratas del Caribe
Hoy no venimos a hablar del look favorecedor (o poco) de Penélope Cruz, ni de sus mansiones en venta, ni siquiera de la dieta que le hizo adelgazar los kilos del embarazo. No. Hoy traemos una cuestión mucho más trascendental a la mesa: el itinerante flequillo de Penélope Cruz.
Porque ya hemos visto que se lo pone y se lo quita según le parece. Su gira mundial para presentar la cuarta parte de los Piratas del Caribe dio buena fe de ella. Pe varía de peinado a su antojo y sin ningún patrón aparente. La razón principal de que apueste por el flequillo postizo es, según el creador del trampantojo, el famosísimo Andy Lecompte (que aparece en la marcación rápida de medio Hollywood), otorgarle en un plis plas un aire como Audrey Hepburn, de aristocracia de Hollywood, sin perder la ocasión de poder volver cuando quiera a la larga y lacia melena que ha otorgado a nuestra actriz un lugar en el podio capilar de L'Óreal Paris.
En esto del cambio de look, Penélope juega con ventaja. A nuestra chica de la laca Elnett le queda fenomenal la peluca. Sólo hay que ver algunas imágenes de 'Los abrazos rotos' de Almodóvar para comprobarlo. De hecho, si no existiesen este tipo de imágenes, la mayoría creería, al verla con ese variable flequillo, que se acaba de cortar el pelo. Así que ahí chapeau
No siempre en su vida la actriz españoloa fue tan buena capilarmente hablando (y, aquí, señores, está lo malo de tener un pasado). Había ocasiones en que salía con su propio pelo a la calle (en la época de Vicky Cristina Barcelona) y otras que se calzaba un peluquín de lo más evidente (en el estreno de Volver). Encuentren la diferencia.
En fin, que nos alegramos de que por fin haya dado con el flequillo que le queda bien y hasta magnifica su belleza natural. Ya saben, si quieren un resultado excelente, hay que buscar entre los expertos de Andy Lecompte (¡advertencia para navegantes: no es barato!). En caso de preferir algo más económico, ateneros a las consecuencias. No tengo que remontarme muy al pasado para repescar dos grandes fracasos en cuestión de pelucas: Jessica Simpson (que trata de vender flequillos de muy baja gama haciendo notar lo bien que le quedan) y Paris Hilton (cuyas extensiones carecen de absoluto futuro).
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