Realeza y estrellas ahorran en su fondo de armario
No sabemos si son los tiempos que corren o la necesidad de ganar puntos de simpatía con su público, pero lo cierto es que las Casas Reales y las celebrities se han vuelto más conscientes de la economía. La evidencia más palpable es un cambio de rumbo a la hora de vestirse. Continuan marcando tendencia con sus estilismos, pero dejan la ostentación a un lado para optar por precios populares (ya saben, la santísima trinidad: Zara, Mango y H&M).
¿Se imaginan a la Reina Sofía con un vestido de Mango? Lo cierto es que no, pero no por económico (que a ella no se le caen los anillos por subirse a un avión de Ryanair), más bien por el estilo clásico que tiene. Sin embargo la Princesa Letizia es una habitual, y hasta ha ido a visitar su fábrica de producción en Barcelona. Una forma más de demostrar su procedencia humilde, su capacidad de ahorro y su fomento de la moda española. Y prepárense porque lleva a las pequeñas infantas por el mismo camino: Leonor y Sofía son habituales de Nanos y Kiddys Class (esta última pertenece a la sección infantil de Zara niños).
Lo mismo se podría decir de otra clásica de la ropa económica, la Primera Dama de EEUU, Michelle Obama, que conquistó a medio mundo por dejar de lado a las grandes firmas, dar oportunidades a diseñadores incipientes y lucir, de vez en cuando, marcas populares. Así, no se despeina al ser entrevistada en la NBC con un vestido de H&M y tampoco sufre con un modelazo de Asos (la gran tienda on-line de moda low-cost) en actos públicos.
Así, no es de extrañar que la recién inaugurada duquesa de Cambridge haya seguido la estela. Y más cuando Catalina Middleton sabe que medio mundo está pendiente de los vestidos y marcas que llevará, aunque nunca se interesen por sus opiniones sobre cualquier materia relacionada con su país. El primer día después de su matrimonio ya sentenció lo que sería una tendencia en su armario: se vistió de Zara para saludar a los medios. Su hermana Pippa no fue menos y la prensa inglesa ya le ha dado por llamar a estas acciones "atuendo proletario".
Sea como fuere, lo cierto es que rascarse el bolsillo no está de moda. En Hollywood, espejo de todas las modas, se ha puesto de moda este verano un vestido de algodón que no supera los 50 dólares y que, a priori, no tiene ninguna belleza especial. El modelo está agotadísimo, aunque su versión en blanco y negro sigue a la venta en la web de Express. Ya ven que la tendencia parece ser, grosso modo, presumir de ahorro fashionístico. Y mientras tanto, las firmas masivas comienzan a frotarse las manos...