Irina y Mrs Beckham ponen de moda los vestidos de cremallera aquí te pillo...
Por delante y por detrás, el único requisito es que sean kilométricas
Silencio. Pongan atención. ¿Oyen el sonido de las cremalleras subiendo y bajando? En Hollywood ya no se dedican a otra cosa. Si los grandes modistos levantaran cabeza y vieran que aquello que tanto se esforzaron en esconder y erradicar está hoy más presente que nunca... quizá volverían a bajar la cabeza rápidamente. Las cremalleras ya no son una anécdota Penelopesca en los Oscars, ni un trozo de tela para coser elásticos en los vestidos de Fergie.
Una de las principales culpables de esta incipiente visibilidad de la cremallera en las prendas es Victoria Beckham. Su línea de ropa (premiada, por cierto, en los British Awards) no la lleva ella solo, por mucho que pudiera parecer, sino que es favoritas de celebrities de medio globo y... ¡por supuesto! está plagada de cremalleras que van desde el cuello a la rodilla.
Centímetros y centímetros de zipper es también lo que llevó Irina Shayk a la presentación de la línea deportiva de Macy's. Algunos criticaron que lo que no era cremallera era un vestido demasiado ajustado para un evento tan informal y... deportivo. Pero como buena top model jamás se le ocurriría presentarse en chándal, ¿verdad? Para eso ya tiene a su Cristiano.
En un estilo similar al de Irina, pero obviamente con otro cuerpo, hacía su aparición Jennifer Love Hewitt en el estreno Hollywoodiense de J. Edgar. Ella, que es adicta a Hervé Léger, es otra de las firmas defensoras de la cremallera. Fácil de embutir... y de desembutir. Aquí el que no corre, vuela.
Beckham, Shayk y Love Hewitt no están solas en esta cruzada por la cremallera. A las pruebas me remito: Diane Kruger se puso un vestido con armazón y cremallera frontal para el estreno de Sherlock, Kate Hudson y Drew Barrymore optaron por la marca de la casa en la parte de atrás, Naomi Campbell combinó las cremalleras de su vestido de McQueen con las de las piernas de los pantalones (siguiendo la máxima del más es más) el pasado septiembre mientras que Hilary Swank recurrió hace tan solo unas semanas a la colección de primavera de Givenchy para la presentación de J. Edgar. Las grandes firmas no son las únicas que están comprando las cremalleras por kilómetros, TopShop hace años que las presenta como un atractivo más de sus prendas y la mismísima Donatella Versace se dejó tentar por ellas para su colección económica con H&M. ¿A qué están esperando para sacar sus cremalleras?