¿Soltero de oro? No te conviertas en un personaje de Hunter S. Thompson
Lo primero de todo, Johnny, tranquilo. A todos nos han dejado alguna vez y todos hemos tenido un desliz. El mundo no se acaba cuando se muere el amor, por mucho que al principio lo parezca. Fíjate en Owen Wilson: Kate Hudson no lo dejó una, sino dos veces y ahí está el tío, tan tranquilo (vale que no siempre se lo tomó tan bien, pero mejor no te fijes en esos pequeños detalles).
Tu nueva actitud ante la vida podrías tomarla prestada de Isabel Pantoja: "Dientes, dientes, que es lo que les jode". Sigue tocando tu música (como ella) y saliendo por ahí con tus compañeras de trabajo sin importarte demasiado que alguien diga que son la sustituta de tu ya ex-señora, Vanessa Paradis, con la que no se te ve desde hace más de un año.
Ya sabes lo que dicen, Johnny (ni aunque tengas 80 años te quitarás el diminutivo), que afortunado en el juego desafortunado en amores. Ahora vuelves a estar en la cresta de la ola de la actuación y, fíjate, se te acabó el amor. Seguro que con tu porte y tu historial no tendrás problemas para recomponerte. Si quieres un consejo, a muchos de nosotros nos gustaba ese tatuaje que tenías, Winona Forever. ¿No podrías rescatar a la muchacha del ostracismo en el que se ha metido?
No nos gustó, sin embargo, cuando lo cambiaste por Wino Forever. Ese puntito de borrachuzo no te favorece, y nos da pánico que con el estreno de Los Diarios del Ron (que van precisamente de beberse hasta el agua de los floreros) acabes por comportarte como su destructivo protagonista. No nos gustaría que fueras un personaje más de Hunter S. Thompson, el autor de la novela original. No es cool. No favorece.
Tampoco tengas muy en cuenta que te vuelvan a llamar "soltero de oro". No necesitas convertirte en un gigoló para ligar, casi es mejor que sigas siendo el tipo bohemio con gafas ahumadas, sombreros de ala ancha y el pelo descuidado que no necesita de la soltería para molar y ser deseado. Ya tienes charme francés. Y ni se te ocurra decir ni una palabra mala de la francesita con la que has estado catorce años. Si no es por ella, que sea por tus dos retoños... la bohemia y la elegancia deberían ir de la mano en este sentido. Recoge a tus hijos en fines de semana alternos, házselo pasar bien y trata de aprovechar el tiempo en tus semanas de vacaciones. Por lo demás, Johnny, Good night and good luck.