Miu Miu y Marc Jacobs ya han caido. Que se preparen Dior, Moschino y Roberto Cavalli
La noticia de la retirada del anuncio de Hailee Steinfeld para Miu Miu en Reino Unido ha dejado anonadada a la industria de la moda. La ASA (Advertising Standards Agency) británica ya había prohibido el mes pasado el de Dakota Fanning para Marc Jacobs porque ella "parece menor" y el anuncio es "sexualmente provocativo". Pero el último comunicado, en el que apuntan que la actitud de Miu Miu es "irresponsable" porque Steinfeld representa a "una niña en una posición insegura" es ya rizar el rizo de la ridiculez.
No es el único paquete publicitario que se frenaría con el exigente y peregrino filtro de la ASA. Los británicos se perderían la campaña navideña de Mustang con Mario Casas y Laura Hayden. Están (¡qué casualidad!) sentados en el borde de unas vías del tren. Si llega se los lleva con ellos. Tampoco parece muy segura la actitud de Nine West, que puso a caminar a su modelo por mitad de las vías. ¿Es eso inducción al suicidio?
Marion Cotillard, una de las embajadoras de Dior, tampoco se salvaría de la quema puritana. En los anuncios de bolsos de la Maison francesa de este otoño aparece recostada en un coche con un bolso, pero ¿dónde está el cinturón de seguridad? Ciertamente se podría intuir apología del pasajero temerario (por no comentar las poses de Cindy Crawford al volante para Omega). Quizá tampoco recuerden aquella campaña de 2009 en que la subieron a la torre Eiffel. Lo cierto es que es bastante más peligroso eso que las vías de un tren.
El mundo de los perfumes no es mucho más seguro. El gran felino con el que Rachel Weisz yace en el anuncio de Jasmin Noire (de Bvlgari) no es pecata minuta. Una caricia más fuerte de lo normal y adiós a la actriz. Lo mismo podríamos decir de Kirsten Dunst, imagen de la fragancia hermana, Mon Jasmin Noire. Tampoco es por acusar, pero en Lanvin iban dos en una bicicleta.
Los incendios en los que posa Gisele Bündchen para Roberto Cavalli en 2010... ¿son un lugar en el que querríamos estar? Y ahí está ella, tan pichí y con unos vestidos de impresión. Quizá de ahí sacaron inspiración en Wrangler, que pusieron sus prendas a arder (literalmente) para su campaña de la pasada primavera. Menos mal que está el anuncio de Moschino (otoño 2011) para llenarnos de agua. Ahora bien, las modelos que están en los botes... ¿no se deberían agachar o sentar ante la cercanía del puente?
En resumidas cuentas... ¿no se está pasando un poco la ASA? Los anuncios son apuestas creativas, llenas de fantasía en las que se trata de plasmar un concepto. Para ver escenas de la vida real ya tenemos los bancos de imágenes.