Las mujeres se ajustan la corbata
Looks masculinos, femeninos y hasta infantiles...
Vuelven los 80. Bueno, no exactamente, porque nadie se ve capacitado para recuperar la influencia de Eva Nasarre y sus leggins metálicos. Son otros 80, los de Melanie Griffith ascendiendo al podio empresarial (antes sólo reservado a los hombres) a golpe de masculinización de su modo de vestir.
¿Y qué mejor modo de hacerlo que plantándose una varonil corbata? Además, el resultado (a efectos visuales) puede ser de lo más variopinto. Jennifer Aniston, en su ya mítica portada para GQ, nos demostró que puede ser un absoluto objeto de deseo. Leighton Meester, por su parte, prefirió escribir en el libro de estilo de la alfombra roja: vestirse de traje masculino para un evento puede ser seductor y poderoso a la vez.
Mención aparte merece Freida Pinto... eso sí que es una declaración de intenciones. En la gala del Metropolitan este año vistió un Chanel de seda con corbata. Qué mezcla de conceptos tan bien resuelta por papá Karl (Lagerfeld).
Hay personajes que no serían nada sin su corbata, pero que no buscan, ni por asomo, un look masculino. Como por ejemplo Avril Lavigne, que conquistó Japón con una vestimenta de colegiala rebelde (copiado a posteriori por Taylor Swift). Algo similar hemos visto hacer a la cómica Sarah Silvermann y a la actriz AnnaLynne McCord (que parece haberse vuelto asidua).
O Ellen DeGeneres. Por todos es sabido que le encanta masculinizar su look, y la corbata no suele faltar en el outfit para sus programas. En casi todos, mientras entrevista a la crème de la crème, presume de tela al cuello. Un buen detalle.
O (ya rizando el rizo) el nuevo icono de la moda: Lady Gaga. ¿Recuerdan cuando dio un discurso para favorecer la integración de la comunidad homosexual en el ejército norteamericano? Pues sí, se puso una corbata. ¿Para parecer más seria? Volvemos a lo mismo: imitando a lo que hizo Melanie Griffith en Armas de Mujer años ha...