Esther Arroyo, Bibiana Fernández y Margarita Vargas los escogieron para su gran día
Toca esperar. Hasta que la Duquesa de Alba no haga aparición no podremos saber todos los detalles de cómo es el vestido que Victorio & Lucchino han diseñado para su gran día. Nos quedamos sólo con que será un traje corto y amenizamos la espera echando un ojo a otros diseños de los modistos sevillanos. Quizás viendo cómo lucieron otras novias famosas con sus vestidos nos podamos hacer a la idea de cómo será el de Cayetana.
Comenzamos en el ala oeste de las famosas. Los diseñadores se han caracterizado por diseñar trajes para la alta sociedad sevillana, como una de sus últimas creaciones, el vestido de novia de la hija de Carmen Tello y su primer marido, Miguel Ángel Solís y Martínez Campos, marqués de la Motilla. Ése fue un ejemplo claro de que los modistos no sólo se dedican a hacer versiones folklóricas, sino que son capaces de crear un vestido de época con polisón (ese volumen que hace la cadera mucho más ancha después de una cinturita estrecha) y añadirle mantilla de encaje de Bruselas y diadema de brillantes sin que resulte algo demasiado abigarrado. Permítanme la libertad, no creo que este diseño forme parte de la inspiración de la Duquesa, que mira más al futuro que al pasado y a esa misma boda se presentó con un traje de plumas en azul celeste.
Quizá el traje de novia más famoso de los diseñadores hispalenses sea el de Margarita Vargas, que se casó con Luis Alfonso de Borbón en República Dominicana en 2004. Se trata de un vestido de raso con un sobrevestido de chantillí, velo y la friolera de cuatro metros de cola. Salvando las distancias, el chantillí recuerda al de Grace Kelly, una gran fuente de inspiración para cualquier novia moderna (véase Kate Middleton).
Ese aire vintage, recuerda un poco a lo que vistió Belén Esteban en su matrimonio. Eso sí, no fue obra de los modistos. Aunque ella los llamó se negaron a confeccionarlo y al final la comentarista televisiva recurrió a Pronovias. No ocurrirá lo mismo con Chiqui, ex concursante de Gran Hermano. Ella ya ha tenido el visto bueno del dúo del momento y será, probablemente, la primera famosa después de la Duquesa de Alba en llevar un vestido de boda de Victorio & Lucchino.
Su faceta más conocida, la tradicional del baile sevillano, también es favorita de muchas famosas. Así, en el 2003 no dudó en ponérselo Esther Arroyo para su boda hippy en Cádiz. Ella iba descalza, el vestido estaba lleno de volantes (tanto en los bajos como en las mangas) y había sido confeccionado en un blanco roto acorde con el ambiente informal que se respiraba. Tres años antes también llevó un diseño de los modistos Bibiana Fernández, cuando le dio el sí quiero a Asdrúbal, vestida de flamenca nívea. O Pitingo y su ahora esposa Verónica Fernández, que en 2008 decidieron vestir los dos de blanco y de V&L. A estos últimos, claro, el traje por soulerías les viene de raza.
Su novísima colección de novias en la Pasarela Gaudí, por si esto se convirtiera en pista sobre el traje de la Duquesa, se llamó Sirenas y se podría describir como una orgía de tules, transparencias y abullonados que a veces acaban en volantes flamencos. A excepción de los tocados, sólo aptos para atrevidas, las piezas resultan muy ponibles... quién sabe si la Duquesa podría inspirarse en alguna de ellas. A la jequesa de Qatar, por cierto, le gustaron.