Que Britney Spears solo sabe afrontar cada hito vital con intensidad es un hecho. Basta con echar un vistazo rápido a su biografía. Una actitud solo apta para superestrellas como ella que volvió a demostrar anoche con su esperadísima boda con Sam Asghari, con el que se comprometió el pasado mes de septiembre y que ya es oficialmente su tercer marido.

Salvo por un pequeño gran incidente, la ceremonia se celebró dentro de lo previsto. Así nos lo ha contado la revista People, que ha suplido el silencio en redes del recién estrenado matrimonio con algún que otro dato sobre lo que sucedió en el enlace.

Ni sus padres (ninguna sorpresa en esto) ni su hermana Jamie Lynn, que de un tiempo a esta parte se ha convertido en su archienemiga mediática, estuvieron presentes en este día tan importante para Britney. A raíz de los diez años que estuvo sometida a una abusiva tutela paterna, la opción de Spears fue romper lazos con su familia de sangre.

Quienes sí fueron testigos de este ‘sí, quiero’ entre la artista y su chico, con el que lleva desde el año 2016, fueron algunas viejas conocidas de la industria. Madonna, Drew Barrymore o Paris Hilton estarían entre la lista de invitados a esta boda que los medios estadounidenses han calificado como “íntima”. Pero también como polémica.

Poco antes de la ceremonia, cuando los novios estaban a punto de oficializar su historia de amor, Jason Alexander fue detenido por la policía mientras intentaba acceder al domicilio de la que fue su expareja y amiga de la infancia. Según TMZ, la intención del primer marido de la princesa del pop era sabotear el enlace. Un inesperado ‘paren esta boda’ que hasta pretendía retransmitir en directo en su Instagram. Por suerte, no logró cumplir con su objetivo.

Con él se vistió de novia por primera vez. Aunque nada tuvo que ver con este enlace, para el que ha llevado un diseño de Versace que es probable que veamos en las próximas horas, su debut en el altar fue con él, con Alexander, del que se separó 55 días después de contraer matrimonio en Las Vegas en enero de 2004. Posteriormente se casó con Kevin Federline, con quien estuvo entre 2004 y 2007 y con el que tuvo a Sean y Jayden, sus dos hijos mayores.