Las últimas apariciones de Tamara Falcó e Íñigo Onieva no transmiten la felicidad que se espera de una pareja que está a punto de dar el paso más importante de sus vidas. A poco más de tres meses para su enlace, el prometido de la marquesa de Griñón ha cambiado drásticamente su actitud con la prensa y se muestra bastante tenso con los reporteros. Un comportamiento que podría justificarse con la información a la que ha tenido acceso la revista Semana.
El futuro matrimonio, en plenos preparativos nupciales, ha tenido que hacer frente a una muy mala noticia que les está generando bastante dolor. Según ha podido saber el citado medio, un familiar de Íñigo ha sufrido un accidente de moto que le habría dejado con importantes secuelas. Un golpe que ha dejado tocado al novio de Tamara, ya que esta persona también forma parte de su círculo de amigos, por lo que su entorno estaría bastante preocupado.
Según han contado fuentes cercanas a los novios a la mencionada cabecera, “los dos están muy fastidiados. Lo están pasando mal, especialmente él, que está muy afectado”. De esta forma, su círculo más íntimo ha justificado así sus últimos desplantes públicos y ha pedido comprensión: “Tenéis que entenderle si en algún momento ha sido un poco borde con la prensa. Está viviendo un momento complicado”.
Lo que sí han querido dejar claro es que esto no ha quitado la ilusión que tiene Íñigo ante su inminente boda con Tamara, que tendrá lugar, si nada se lo impide, el próximo 8 de julio en el palacio de El Rincón, finca vinculada a la familia paterna de la novia. “Por supuesto que siguen con sus palanes de boda, pero no pueden estar disfrutando al cien por cien con los preparativos después de esto”, reconocían que esto había únicamente había condicionado la implicación.
Uno de los secretos mejor guardados es el vestido de novia de Falcó. De momento, solo se sabe que las modistas Sofía Arribas y Saioa Goitia, creadoras de la firma Sophie et Voilà, están detrás del diseño que conquistó a la socialité. Una pieza que parece ser más extravagante de lo que muchos podrían esperar, porque tal y como la propia Tamara desveló hace algunas semanas, ni su madre, Isabel Preysler, ni su hermana, Ana Boyer, habían entendido el concepto. Por suerte para ella, el diseño ya va ganando adeptos, puesto que Isabel Preysler no solo ya lo entiende, sino que le fascina.