En el Altar Mayor de la Catedral de Sevilla y con 2000 invitados: así fue la boda del duque de Alba y Matilde Solís

Sin duda, pocos casamientos tan espectaculares se han visto en Sevilla como la boda del duque de Alba y Matilde Solís. Tuvo lugar el 18 de junio de 1988 y con ella se cumplía uno de los grandes deseos de Cayetana de Alba: que su hijo mayor se casara en la Catedral de Sevilla. Miles de invitados y los muchos curiosos que se acercaron hasta allí ese día fueron testigos de una boda que merece la pena recordar. 

El privilegio del Altar Mayor

La Catedral de Sevilla es testigo de numerosas bodas, pero no que se celebren en el Altar Mayor, ya que este espacio privilegiado está reservado para los enlaces de miembros de la realeza y la nobleza. Y allí fue donde se celebró la boda de  Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo y de Matilde de Solís y Martínez Campos. Los novios llegaron a la catedral en sendos coches de caballo y la ceremonia fue oficiada por don Manuel Solís, el hermano de la novia. Al entrar sonó Fantasía y fuga en Sol menor, de Juan Sebastian Bach, en lugar de la marcha nupcial tradicional. 

Los looks de la novia y el novio

Como corresponde a un enlace de este tipo, no hubo sorpresas en los looks nupciales, que destacaron por su elegancia y sobriedad.  El duque de Alba lucía el uniforme de maestrante de Caballería y, como era de esperar, iba impecable. 

La novia encargó su vestido de novia al diseñador sevillano José María Cerezal. Se trataba de un diseño de corte romántico, confeccionado con organza natural y seda que se había traído desde la India. El escote era redondo y de la falda salía una impresionante cola de cinco metros. Además, Matilde Solís lucía “La Rusa”, una espectacular tiara de la casa de Alba con la que sujetaba el velo de tul

La lista de invitados

Fueron 2000 los invitados que asistieron a la gran boda, entre los que cabe destacar nombres como Su Alteza Imperial doña Esperanza de Orleáns-Braganza, la infanta doña Margarita,  la marquesa viuda de casa Ulloa, Marta Chávarri, Rocío Jurado, Rafael Medina y Naty Abascal entre otras muchas personalidades y famosos. 

El peculiar convite

El convite se celebró en el Palacio de Cuna, en Sevilla, perteneciente a los padres de la novia, los duques de Motilla. Allí se dirigieron, tras abandonar la catedral en torno a las nueve y media de la noche, los recién casados y sus invitados. Se ofrecieron aperitivos y una suculenta cena, en la que no faltaron manjares como medallones de langosta gigante a la peck o  roastbeef a la inglesa con salsa Cumberland. Eso sí, hubo una peculiaridad que fue que todos los platos se sirvieron fríos, ya que eran tantos los invitados que las cocinas del palacio no podían garantizar servir platos calientes de manera eficaz para todos.