Este sábado 14 de octubre tendrá lugar en Jerez una de las bodas del año. Victoria de Hohenlohe-Lagenburg, duquesa de Medinaceli, contraerá matrimonio con el financiero franco-argentino Maxime Corneille tras varios años de discreto noviazgo. La pareja se dará el 'sí, quiero' en la iglesia de San Miguel acompañados por familiares y amigos, entre los que estarán Luis y Rafael Medina, primos de la novia.
Aunque el secretismo en torno a la boda ha sido máximo, la pareja no ha podido evitar que hayan trascendido algunos detalles. El padrino y encargado de llevar a la novia al altar será su hermano menor, Alexander. Un papel que habría tenido que desempeñar su padre, que falleció en Sevilla el 18 de agosto de 2016. Un triste acontecimiento que convirtió a Victoria en la noble con más títulos de Europa. La duquesa de Medinaceli ostenta cuarenta y tres títulos nobiliarios, once de ellos con grandeza de España y es la actual jefa de la Casa de Medinaceli.
Y tras la ceremonia religiosa, los novios y todos los invitados se trasladarán hasta la finca Salto al Cielo, que está ubicada en la campiña de Jerez y que es propiedad de los López Carrizosa, otra familia de la alta sociedad andaluza. En este entorno idílico y alejado de todo (lo que les permitirá salvaguardar todos los detalles de la boda), la pareja celebrará por todo lo alto el enlace.
La pareja se decantó por esta finca al no poder conseguir el permiso para celebrar su enlace en Casa Pilatos de Sevilla, una de las propiedades ligadas al título que la joven ostenta desde el fallecimiento de su padre. La guerra judicial que mantienen por la herencia con Ignacio de Medina ha sido un escollo insuperable puesto que es él quien ostenta la presidencia desde hace décadas la Fundación Ducal Casa de Medinaceli, que es la organismo que gestiona todas las propiedades. Sin su permiso, no ha habido opción de organizar allí su boda.
La duquesa de Medinaceli estará arropada en un día tan importante por su familia. Su madre, Sandra Schmidt-Polex, llegó hace unos días desde Alemania, país en el que fijó su residencia tras su divorcio en 2004. Desde allí ha viajado en varias ocasiones a lo largo de los últimos meses para y han ayudar a su primogénita con la organización de la boda. Madre e hija han acudido juntas a las pruebas del vestido y han preparado todos los detalles para un día tan especial. Quien también ha jugado un papel muy importante en estos meses previos al enlace ha sido su tía Flavia, hermana de su padre, que se ha involucrado al máximo y se ha volcado con su sobrina.
Aunque es la noble con más títulos de Europa, concretamente posee 43, Victoria de Hohenlohe-Lagenburg, que actualmente reside en Madrid, siempre ha mantenido un perfil bajo y ni siquiera sus vecinos saben quién es. La duquesa de Medinaceli siempre ha huido de la prensa y ha optado por llevar una vida discreta. De hecho, se ha criado como cualquier otro niño. En 2004 sus padres se divorciaron y se marchó a vivir a Alemania con su madre. Allí su progenitora les mantuvo alejados de la prensa española y gracias a sus apellidos no llamaban la atención entre sus compañeros de colegio. En Alemania residió hasta que empezó sus estudios superiores. Cuando llegó el momento de entrar en la Universidad, la duquesa de Medinaceli decidió regresar a España donde estudió Historia y Economía.
La boda de la duquesa de Medinaceli va a ser uno de los grandes eventos sociales del año y a él acudirán una buena parte de la aristocracia y la alta sociedad de nuestro país. Sin embargo, no estará toda la familia de la novia ya que desde hace años existe un importante enfrentamiento por la herencia. Desde 2017, un año después del fallecimiento de su padre y tras heredar los títulos nobiliarios que le correspondían, Victoria mantiene una batalla judicial en los tribunales para subrogarse los derechos de su padre en los 43 títulos que ha heredado.
Este tenso enfrentamiento familiar se remonta a años antes. Concretamente tiene sus orígenes en 2014, cuando Marco de Hohenlohe, su padre, los reclamó después de que Ignacio de Medina solicitara algunos de ellos porque supuestamente habían sido reservados para él por ser el único hijo vivo de Victoria Eugenia. La situación judicial sigue estancada y eso ha provocado la división de la familia y es el motivo por el que la duquesa de Medinaceli no ha podido organizar su boda en una de las propiedades familiares.