El lado íntimo de Ana Cristina Portillo, hija de Sandra Domecq: del amor a sus hermanas a su profesión
Ana Cristina siempre ha estado muy unida a sus hermanas, con las que comparte madre, pero no padre
Eugenia, Alejandra y Claudia siempre han arropado mucho a su hermana y tienen una relación muy especial
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Durante el tiempo que estuvieron juntos, Bertín Osborne y Sandra Domecq tuvieron tres hijas: Alejandra, Eugenia y Claudia. Con el tiempo, la pareja se separó y tomó caminos diferentes, Sandra rehízo su vida al lado del fotógrafo y empresario Fernando Portillo. Fruto de esa relación nació la menor de las hijas de Sandra, Ana Cristina Portillo.
Las cuatro hijas de Sandra siempre han estado muy unidas, tanto durante su infancia como en la actualidad, que ya son mujeres adultas. No es raro verlas pasando tiempo juntas, compartiendo fotografías en sus redes sociales o incluso proyectos profesionales. La buena relación que siempre mantuvieron Bertín y Sandra, hasta la muerte de esta en 2004 a causa de un cáncer, contribuyó a ello.
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Tras la muerte de Sandra, Ana Cristina, que solo tenía diez años, se dejó arropar por su familia y sus hermanas, pero también por Bertín, que siempre la acogió como a una hija más. Eso ha hecho que su relación sea especial y así lo reconocía la joven frente a las cámaras de Europa Press. "Para mí siempre ha sido una persona muy importante, al final es el padre de mis hermanas y siempre ha estado muy presente y le quiero muchísimo".
El lado íntimo de Ana Cristina Portillo, hija de Sandra Domecq
Mientras que sus hermanas mayores han optado por mostrar un poco más de su vida a través de las redes sociales, donde se desenvuelven como pez en el agua, sobre todo las dos mayores, Ana Cristina siempre ha optado por llevar una vida un poco más discreta, siempre unida a ellas, pero manteniendo su vida personal alejada del foco.
Ana Cristina parece haber heredado lo mejor de su madre, su forma de ver el mundo y buscar la belleza oculta en las cosas cotidianas, y de su padre, fotógrafo de profesión y dedicado a inmortalizar esa belleza. “Hoy en día me dedico a diseñar estampados a partir de mis dibujos y acuarelas, persiguiendo la originalidad y unicidad de cada diseño, y la autenticidad inherente a lo ‘hecho a mano’”, explica la propia Ana Cristina sobre su profesión.
Sus diseños quedan recogidos en telas, como la que empleó para crear su vestido el día de su pedida de mano, que celebró en casa de su padre, Fernando. Tras siete años de relación, el 28 de septiembre se casa con el ingeniero industrial Santiago Camacho, lo que ha llenado de felicidad a la familia.
Ella, a diferencia de sus hermanas que se casaron en la iglesia de San Miguel (lugar donde también se dieron el ‘sí, quiero’ Sandra y Bertín), lo hará en la catedral de Jerez, que es especial para ella. La celebración posterior sí que será en el mismo espacio, la finca Santiago, que pertenece a su familia, fue propiedad de sus abuelos maternos Beltrán Domecq y Ana Cristina Williams, y era un lugar importante para su madre, que pasó gran parte de su vida allí.
A pesar de que hace 20 años que Sandra falleció, su figura está tan presente como siempre en la vida de sus hijas, que siempre la recuerdan y la siguen teniendo como guía.