Aunque las bodas íntimas y las bodas destino son cada vez más habituales, muchas parejas siguen queriendo organizar una celebración por todo lo alto cuando dan el paso de casarse. Y, las cosas como son, no es lo mismo preparar una boda para 50 personas que una para 250, por muchas similitudes que haya. Si tu lista de invitados es extensa, te conviene saber cómo organizar una boda grande, paso a paso. De momento, has de saber que necesitas empezar con tiempo, para que no se quede ningún detalle por cerrar para tu gran día. 

Suena muy evidente, pero este primer paso es esencial para que los preparativos propiamente dichos puedan comenzar. Si la boda es por lo civil, debéis decidir si queréis casaros en el ayuntamiento de vuestra localidad para solicitar una fecha, o si vais a casaros en el mismo espacio en que se celebrará el convite. En lo referente a las iglesias, no te demores en reservar el día, porque dependiendo del templo la lista de espera llega al año.

Una boda pequeña puede celebrarse en un espacio grande, pero una boda grande no puede celebrarse en un espacio pequeño. Por lo tanto, una vez que tengas cerrada la fecha, pregunta a tus salones o fincas preferidas por su disponibilidad. Si no tienes problemas de presupuesto, seguramente intentarás casarte en fin de semana y en los meses de primavera y comienzos de verano. Pero si tienes intención de ajustar el presupuesto, ya que vas a contar con muchos invitados, los meses de otoño e invierno, y los días entre semana, pueden hacer que la factura final se reduzca a la mitad. 

Puedes esperar a tener todos los detalles cerrados para mandar la invitación formal a tu boda. Pero es conveniente que, cuando sepas la fecha, hagas un Save the date para tener una estimación de cuántos podrán acudir a celebrar con vosotros vuestro gran día. Para llevar un buen control de toda la información que necesites de tus invitados, puedes crear un email específico para la boda. 

Aunque tengas la confirmación final de tus invitados con poca antelación, sí debes reservar cuanto antes el menú. Déjate aconsejar por el restaurante o la empresa de catering para saber cuáles son las mejores opciones para atender a muchos invitados al mismo tiempo sin grandes tiempos de espera. También será importante tener en cuenta la época del año para saber qué productos son de temporada y qué posibilidades ofrecen para decidirte por los diferentes platos. Y, por supuesto, presta atención a las posibles alergias e intolerancias de tus invitados para ofrecer alternativas. 

El vestido de novia con el que sueñas rara vez aparece ante tus ojos a la primera. Así que empieza a buscarlo, como mínimo, seis meses antes de la boda, porque lo más habitual es que necesite algunos arreglos para que te quede como un guante, y no puedes olvidar de la búsqueda de zapatos, ropa interior, etc.

Los fotógrafos de boda son imprescindibles para inmortalizar todo lo que pase en vuestra boda. Es muy posible que ya hayas revisado varios perfiles y sepas qué estilo de reportaje va con vosotros. Y si no, hazlo cuanto antes, porque las parejas cada vez cierran antes la fecha con los fotógrafos y puede que si los buscas seis meses antes, no puedas contar con los que habías imaginado. 

Ya en la recta final, hay que planificar la decoración del lugar de la boda. Puede que quien te alquile el espacio te haga una propuesta que te guste, o puede que decidas contratar a alguien que lo haga. Al tratarse de una boda grande, descartamos que lo hagáis vosotros mismos, algo que sería posible en una celebración pequeña. Si tienes un equipo de wedding planner seguro que todo es muy sencillo de organizar para ti y acorde a tus gustos. Si no es así, valora contratar para este punto una empresa especialista en decoración de bodas. 

Casi al mismo tiempo que cierras el menú, contratas a los fotógrafos y decides cuál va a ser la decoración, debes pensar en cómo va a ser el entretenimiento a la hora de la fiesta. Puede que en el contrato del espacio y el menú esté también la barra libre nocturna, pero aún te queda pensar si va a haber música en directo y quién va a ser el Dj que amenice la velada. Si en la boda va a haber niños, piensa también en alguien que pueda entretenerles después del banquete con juegos, magia, pintacaras…

Seis meses de antelación está muy bien para pensar si quieres realizarte algún tratamiento de belleza que requiera varias sesiones y que te haga llegar divina al día de la boda. Además, pide cita con la peluquera y la maquilladora para que reserven la fecha de tu boda y para concertar las sesiones de prueba. 

En los tres meses previos a la boda te quedarán pequeños detalles por cerrar, como mandar las invitaciones definitivas, decidir qué regalas a tus invitados o a los padrinos, las alianzas, las arras, el ramo… Si has conseguido cerrar todo lo anterior con la suficiente antelación, disfrutarás de estos preparativos finales.

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