Las bodas de invierno tienen un encanto especial. Fuera hace frío mientras que en el interior, donde se celebra la boda, hay un ambiente cálido y cómodo. Este contraste hace que muchos novios encuentren esta época única para celebrar su boda.

Elegir el lugar adecuado es algo determinante en una boda. Los espacios cerrados son ideales para esta época, incluso si cuentan con chimeneas y grandes ventanales harán que la boda se sienta mucho más acogedora. Si se puede optar por un lugar donde haya naturaleza alrededor, sin sacrificar la comodidad, como salones rústicos o cabañas, se crearía el escenario perfecto.

Si se prefiere arriesgar y escoger una ceremonia al aire libre, hay que tener en cuenta la disponibilidad de calefactores de exterior, mantas para los invitados y también, carpas para proteger del frío.

Pues sí, una de las claves para crear un ambiente acogedor en invierno es la iluminación. Usando luces cálidas como velas en candelabros, lámparas vintage o luces colgantes con bombillas de filamento.

Las velas aportan una calidez que conquistará a los invitados, y en esta época es cuando vuelven a tomar el protagonismo. Quedarán espectaculares en las mesas o en los rincones de paso. Si se prefiere optar por una opción más segura, en el mercado hay muchos modelos de velas de led, que aportan el mismo efecto sin que ningún invitado corra riesgo.

Si la boda es al aire libre, las antorchas aportan una luz cálida preciosa, también las linternas de metal que pueden ayudar a guiar el camino de los novios. Igualmente, las guirnaldas de luz cálida quedan ideales en toda la decoración exterior creando un ambiente confortable.

El invierno ofrece una paleta de colores que puede convertir cualquier boda en un entorno encantador. Los tonos burdeos, verdes oscuros o azules marino junto a toques dorados o plateados aportan una elegancia sutil a todo el espacio. Estos tonos se pueden integran en la decoración de las mesas, las flores, mantelería y papelería de la boda.

Por otro lado, las texturas son esenciales para transmitir calidez. Incorporando telas gruesas y suaves como el terciopelo, lana o piel sintética en la decoración se logra crear un ambiente especial. Estas texturas se pueden integrar escogiendo lana para las mantas que se pueden ofrecer a los invitados, y el terciopelo, por ejemplo, en detalles como cojines, servilletas o los lazos del mobiliario y papelería.

Las flores de temporada son tan encantadoras como las de otras estaciones, y se pueden combinar también con otros elementos. Por ejemplo: es ideal combinar flores como rosas de jardín, anémonas, ranúnculos o, también, flores secas con elementos naturales como pueden ser las piñas, ramas de pino, eucalipto seco y bayas invernales. Estos elementos van a agregar textura y un aspecto rústico muy elegante, además, evocarán en los invitados ese encanto de los paisajes invernales.

En los centros de mesa se pueden usar jarrones de cristal, troncos de mesa o recipientes de metal envejecido que dan un toque muy acogedor y también sofisticado. Los candelabros de los que hemos hablado antes, en combinación con los arreglos florales le darán un toque romántico a la mesa.

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