La relación de Tom Cruise y Katie Holmes fue muy comentada en su momento, casi tanto como lo fue su sonado divorcio lleno de misterios y acuerdos que nunca llegaremos a conocer (o tal vez sí). El romance de estas dos estrellas del mundo de la interpretación fue todo un bombazo, por la fama de ambos, pero sobre todo por lo expresivo, histriónico y expuesto que se mostró el actor al hablar de su relación con Holmes. 

La pareja se conocía en 2005 y un año después se casaban. Tras seis años de matrimonio y una hija en común, Suri, se anunciaba el final de la relación y comenzaban las especulaciones, se hablaba de los motivos que podrían haber llevado a la pareja, que siempre se había mostrado enamorada en público, a poner fin a su matrimonio. 

Fue ella quien solicitó el divorcio y no fueron pocos los medios que señalaron a la Cienciología, religión que el actor profesa y de la que es ferviente seguidor, como elemento principal en la ruptura. La actriz se apartaba de quien había sido su marido, se refugiaba en su hija y comenzaba una nueva vida alejada de los focos, que retomaría más adelante, con las aguas más calmadas. 

Todo lo que sucedía alrededor de la pareja era noticia y su boda no podía ser menos, un evento anunciado y esperado que unía a la pareja del momento. Todavía en 2023 se desvelaban algunos detalles desconocidos sobre el enlace porque el fotógrafo del evento, Robert Evans, quien también había trabajado en la boda de Jennifer Aniston y Brad Pitt, los desvelaba durante una entrevista con Yahoo Entertainment. 

La boda tenía lugar en noviembre de 2006 en el castillo de Odescalchi en Bracciano, Italia, por lo que hasta allí se desplazó el fotógrafo, que también se encargó de fotografiar a los invitados en los dos días previos al evento. El fotógrafo confirmó que Cruise había sido muy amable con él, alabando su trabajo, así como que la pareja parecía verdaderamente enamorada. “Supongo que son actores, podrían haber estado fingiendo, pero simplemente voy allí, hago mi trabajo y fotografío lo que veo". 

La boda se celebró por el rito de la Cienciología y tras la ceremonia se organizó un banquete para los 200 invitados, preparado por los chefs italianos Datturi e Motta. Uno de los platos estrella fue la tarta, formada por cinco pisos de chocolate blanco y rosas de mazapán, que trajeron desde Estados Unidos. Durante los postres contaron con la actuación de Andrea Bocelli, que estaba entre los invitados. 

El enlace estuvo blindado, la pareja quiso evitar que se filtraran datos e imágenes inoportunas y por eso la confidencialidad y discreción fue una de las máximas. De hecho, se dijo que Cruise contrató a trescientos guardias de seguridad y a dos francotiradores para evitarse filtraran detalles sobre la celebración y sobre los invitados al evento, que contó con famosos de la talla de Will Smith y su esposa, o el matrimonio Beckham. 

Suscríbete a la newsletter de Divinity y recibirás toda la información de celebrities y corazón cada semana en tu mail