Mariola ha definido el 'lead' de la fiesta con un hashtag. #SueñoDeUnaNocheDeVerano, ha escrito en su último y único post de Instagram. Y una de los elementos que lo reflejan es su vestido. "No sabía ni lo que me iba a poner. Todo 'improvisation', como me gusta a mi", se le escucha decir en un story a su hija Marina.
En él podemos ver el traje en movimiento, de estilo griego, con escote en V y mangas vaporosas. Como detalle, unos apliques dorados a modo de cinturón, un ramo de rosas blancas y el pelo suelto.
Todo en las bodas de plata fue al estilo "aquí te pillo, aquí te mato", como dice Mariola. También la elección de las damas de honor. Porque sí, en la celebración hubo de todo. Las elegidas, todas vestidas de negro, fueron sus hijas Marina y Lucía, Teresa Orellana y la actriz (y ahora cantante) Belén López, que ocupó el rol "sin saberlo".
Mientras que otras parejas celebran su aniversario con una cena tranquila y en pareja, los Carmona han decidido celebrarlo a lo grande. En la finca en la que tuvo lugar el convite, Antonio y Mariola colocaron una caravana que terminó convirtiéndose en el "palco vip".
Y decimos palco porque en la fiesta también hubo espectáculo. Además del DJ, la estrella de la noche fue la "artistaza de la familia", Lucía Carmona, que hizo bailar a Rosario como digna sucesora de su padre que es.
Elena Furiase, que pronto se convertirá en mamá, tampoco se perdió las bodas de plata de los Carmona, a las que acudió con su chico, Gonzalo Sierra, y donde se "azarbajó".
Como esto no era una celebración normal, los novios decidieron que el recuerdo que se llevasen sus invitados fuera especial. Por ello, las fotos de la fiesta de entregaron en forma de polaroid, una tenedencia que lo peta en bodas, bautizos y comuniones.
Uno de los momentos más emotivos de la noche se produjo cuando una de las hijas de la pareja leyó unas palabras a sus padres con su hermana delante.
Hace 25 años, cuando comenzó todo, Antonio y Mariola no tuvieron las cosas sencillas para llegar hasta aquí. Los padres del cantante no vieron con buenos ojos que un gitano se casase con una paya. Pero la pareja decidió continuar y casarse en Gibraltar. Hace cinco años superaron una crisis, y ahora, en sus bodas de plata, la pareja está mejor que nunca.