El matrimonio formado por Chiara Ferragni y Fedez está pasando por uno de los momentos complicados. Fue hace unas semanas cuando al cantante le dieron un complicado diagnóstico; le habían encontrado un tumor neuroendocrino localizado en el páncreas. Es por eso que la familia decidió desaparecer unos días de las redes sociales, la fuente de ingreso principal de la influencer.
Pero eso sí, al igual que ahora están pasando por una fase dolorosa, lo cierto es que la pareja ha vivido momentos muy felices. El primero de ellos se produjo cuando celebraron su enlace por todo lo alto. Y no es para menos. La pareja siempre ha sido considerada una de las más influyentes de Italia y, por eso, había máxima expectación por cómo se iba a desarrollar el enlace.
Fedez le pidió matrimonio a Chiara durante el 30 cumpleaños de la influencer y, además, lo hizo de una manera muy especial: durante uno de sus conciertos. Por eso, tras el nacimiento de su primer hijo en común, Leone, decidieron que era el momento de darse el ‘sí, quiero’. Así, el 1 de septiembre de 2019 fue la fecha elegida por la pareja para dar ese paso.
Chiara eligió dos vestidos: dos diseños de Dior de Alta Costura que habían sido creados especialmente para ella por Maria Grazia Chiuri. El primero de ellos, que lo utilizó para la ceremonia, era de corte clásico, con un cuerpo de crochet y una amplia falda de tul. Aunque eso sí, para su segunda opción decidió arriesgar un poco más, eligiendo un vestido rosa de tul con bordados dedicados a su relación con Fedez. Respecto a su maquillaje, como siempre hace en su día a día, optó por una fórmula más sencilla y natural.
Por su parte, el novio eligió que le vistiera Versace, ya que la pareja mantiene una buenísima relación con Donatella, quien se ha convertido en su diseñadora de confianza. El traje estaba hecho en azul marido y, además, le proporcionó un toque más informal, eliminando la corbata de su outfit.
Para ese momento tan especial tampoco faltó su pequeño Leo, quien iba a conjunto con su padre, con una camisa blanca y unos pantalones y un tirantes en azul oscuro. Aunque eso sí, las que más sorprendieron fueron las invitadas y, sobre todo, las damas de honor, que fueron sus hermanas y sus mejores amigas. Todas ellas se vistieron de rosa, con un vestido plisado y largo. Estos estaban firmados por Alberta Ferretti, que los había confeccionado en seda rosa con incrustaciones de encaje y en dos estilos: con escote en V y con escote corazón.
El lugar escogido para la celebración del enlace fue de lo más especial: Sicilia. Esta fue la localidad que vio crecer a Marina, la madre de Chiara. Así, ambos se dieron el ‘sí, quiero’ en Noto, celebrando una boda civil en el Palazzo Ducezio, una construcción del siglo XVIII que hace las funciones de ayuntamiento.
Para el banquete, todos los invitados y el recién estrenado matrimonio se trasladaron hasta el hotel boutique Dimora delle Balze. Además, la boda duró tres días y podemos decir que muy poco tuvo que envidiar al conocido festival americano Coachella. Así, la pareja puso a disposición de todo el mundo una noria, fuegos artificiales y un tiovivo.
Tampoco la despedida de soltera se quedó atrás, ya que lo celebraron en Ibiza por todo lo alto. Respecto al regalo de bodas, los matrimonios pidieron a sus invitados que realizaran donaciones benéficas a cualquier ONG.