La impresionante e histórica boda entre Lady Di y Carlos: los momentazos del evento del siglo
El enlace entre Lady Di y el príncipe Carlos se convirtió en uno de los eventos de la década.
La boda real, que reunió a más de 750 millones de personas, estuvo lleno de momentos inolvidables y complicados.
Años más tarde, Diana calificaría ese día como "el peor de su vida".
Normalmente, una boda siempre suele ser sinónimo de alegría. Pero no siempre es así. Y si no, que se lo digan a Diana de Gales. Probablemente cuando contrajo matrimonio, la joven, que había cumplido los 20 años, no estaba del todo preparada. Tampoco estaba mentalizada para todo lo que iba a vivir durante su relación. Es por eso que Lady Di entró en una espiral de desesperación, angustia y, sobre todo, de poco entendimiento con su marido, el príncipe Carlos.
Al final, decidieron emprender caminos por separado y el sumun fue la entrevista que Diana concedió a un medio británico. En ella, la princesa de Gales explicó cómo de tortuoso había sido su matrimonio y lo incomprendida que se había sentido durante muchos años. Eso sí, a pesar de las diferencias que ya debían estar presentes en ese momento, su enlace con el príncipe de Carlos se mostró como una película de ensueño.
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Carlos no sentó la cabeza hasta que conoció a Diana
Durante toda su juventud, Carlos estuvo disfrutando de la vida y lo último que estaba en su pensamiento era sentar la cabeza. Pero su madre, Isabel II, tenía unos planes muy diferentes para él. Por eso, cuando Carlos cumplió 30 años, la reina comenzó a presionarle para que encontrara a alguien con contraer matrimonio. Así, comenzó la búsqueda de la novia perfecta, que cumpliera con la imagen de princesa perfecta.
Por aquel entonces, Diana era profesora, tenía una apariencia dulce y amigable. Además, pertenecía a una familia acaudalada y con posibles. Todo se desarrolló de la forma más tradicional posible y, tal y como luego comentaría Diana, solamente había visto a Carlos unas diez veces antes de su matrimonio. Así, se casaron sin saber muy bien el uno del otro.
Su boda reunió a más de 750 millones de personas
El día elegido para sellar su amor fue el 29 de julio de 1981 en la Catedral de San Pablo en Londres. La boda se convirtió en todo un acontecimiento y reunió, detrás de la pantalla, a más de 750 millones de espectadores.
La novia llegó en una carroza de cristal
Lady Di, que ya en ese momento había conquistado a toda la ciudadanía británica, llegó hasta el lugar sagrado en una carroza de cristal, luciendo una impresionante tiara y con un velo que apenas cabía en el vehículo.
La cola del vestido de Diana medía 8 metros
El vestido estaba firmado por David y Elizabeth Emanuel y fue ella misma quien eligió todos los detalles del traje. Este tenía unas impresionantes mangas, sedas flotantes, una cola de casi ocho metros, una cintura ceñida y un encaje bordado con perlas y lentejuelas.
Los modistas tuvieron que hacer varios cambios de última hora porque Diana perdió 13 centímetros de cintura debido al estrés de los preparativos. Para sus zapatos eligió un tacón bajo, ya que medía exactamente lo mismo que el príncipe Carlos y no se quería que ninguno destacara sobre el otro.
Diana confesó que fue 'el peor día de su vida'
Con el paso del tiempo, Diana describió ese 29 de julio como ‘el peor día de su vida’ y afirmó que se sintió como ‘un cordero rumbo al matadero’. Aunque no cabe duda que Diana y Carlos en ese día sentaron un precedente.
Rompieron la tradición al no casarse en la abadía de Westminster
También, ambos rompieron con la tradición al no casarse en la abadía de Westminster. Según se contó más tarde, esto se debía a que ambos querían una orquesta y un coro y la abadía era demasiado pequeña para albergar todo eso.
Carlos se olvidó de sellar sus votos con un beso
Hubo algún que otro despiste, como el del príncipe Carlos al olvidarse de sellar sus votos a Diana con un beso. Aunque eso sí, gracias a esto se estableció otra tradición, como fue besarse en público desde el balcón del Palacio de Buckingham.
Camila Parker Bowles, la actual pareja del príncipe Carlos acudió al enlace
Una de las exnovias de Carlos, la persona que fue clave durante el matrimonio de Carlos y Diana, estuvo presente en el enlace. Camilla Parker Bowles fue invitada por el príncipe Carlos, aunque Diana se negó que acudiera al desayuno nupcial.
Un desayuno nupcial con casi 30 tartas
En este desayuno nupcial se sirvieron 27 tartas y, además, el pastel oficial de la boda estaba decorado con el escudo de armas de Carlos, el blasón de los Spencer y distintos motivos florales, como las rosas, los lirios y orquídeas.
Lady Di cambió el orden de los nombres del novio
Tampoco fue una boda perfecta y se cometieron distintos errores. Por ejemplo, Diana manchó, accidentalmente, su vestido justo antes de la ceremonia al echarse colonia. Así, durante su boda, intentó tapar la mancha con su mano. También, al pronunciar los votos, Lady Di cambió el orden de los nombres del novio y le llamó ‘Felipe Carlos’, en vez de ‘Carlos Felipe’.
Recibieron impresionantes regalos como un dormitorio entero
Respecto a los regalos, lo cierto es que hubo de todo. Así, desde Canadá mandaron un dormitorio entero de mobiliario canadiense clásico y Australia mandó veinte platos artesanales de plata con la fecha del matrimonio grabada. Eso sí, también hubo regalos más modestos como unas figuras de Carlos y Diana hechas con pan de jengibre.