Las capas para novias son piezas especiales con doble función, por un lado, consiguen crear looks nupciales impactantes y por otro, sirven como prenda de abrigo para las bodas que se celebran en invierno.
Capas hay muchas y de estilos muy diversos y naturalmente hay que elegir una que encaje con el modelo de vestido elegido para crear un conjunto armónico y que la capa no parezca una pieza añadida sin sentido.
Lo cierto es que, con independencia del modelo que se elija, la capa es un elemento diferenciador que convierte cualquier vestido de novia, por sencillo que sea, en una pieza muy especial.
Estos son los nueve modelos que debes tener en cuenta si estás buscando una capa con la que completar tu vestido de novia.
Una capa ligera, larga y con capucha, es un modelo perfecto para combinar con un vestido sencillo de corte lineal al que va a añadir volumen y movimiento.
Si eliges una capa en tejido de lana, ya sea mohair, cashmere o angora, será una de tus mejores aliadas contra las bajas temperaturas invernales.
Estas capas con capucha son un elemento que exige contenerse con los complementos. Elige unos pendientes discretos y prescinde de cualquier tipo de tocado o apuesta por uno muy sencillo para no cargar en exceso el look.
Otro modelo de capa larga es el que prescinde de la capucha. Se ajusta al cuello con un cierre oculto o un botón-joya y deja caer su peso sobre los hombros y la espalda. Al ser modelos más sencillos, se pueden combinar con todo tipo de vestidos, ya sean de corte lineal o con falda volumen.
Las capas que se cruzan en el cuello están especialmente pensadas para vestidos minimalistas o piezas de aire vintage, contribuyendo a crear movimiento en la zona del escote. Son modelos perfectos para aportar un toque de sofisticación a un vestido de cuello cerrado.
Si no quieres la capa como elemento de abrigo, puedes apostar por modelos etéreos fabricados en gasa, seda o tul. Son modelos muy apropiadas para combinar con vestidos de aire boho o de estilo romántico.
Para las novias más románticas, las capas con lazada al cuello son una opción que les puede dar mucho juego. Lo más sencillo es apostarlo todo al blanco, aunque esta temporada es una clara tendencia llevar lazadas de color en contraste con el vestido de novia.
También de línea romántica son las capas acabadas en cuello tipo volante. Si se busca que el volante del cuello quede hacia arriba, se deben confeccionar en tejidos con cuerpo, ya sean gruesos como el piqué o ligeros como el tul, aunque existe la opción de rematar el cuello de la capa con plumas.
Las capas cortas también tienen un lugar entre las novias más atrevidas, especialmente si por la espalda llevan una cola. Pueden ir superpuestas a un vestido o combinadas con una falda. En cualquier caso, son la opción perfecta para un modelo de vestido con volumen en la falda.