Arranca una semana muy especial para la Casa de Alba. Los jardines del palacio de Liria se engalanarán el sábado 22 de mayo para celebrar una de las bodas más esperadas por la prensa y que entroncará a dos de las familias con más poder del panorama patrio. El hijo menor del duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart y Solís, y Belén Corsini Lacalle, de 29 y 31 años respectivamente, se darán el ‘sí, quiero’ poco más de dos años después de hacerse pública su relación. Fue el pasado septiembre cuando llegaba la noticia del compromiso del conde de Osorno y su prometida, que confiaban que la pandemia no les hiciera modificar la fecha que habían escogido para su enlace, como les había ocurrido a Fernando, el hermano del novio, y a su mujer con el bautizo de su hija Rosario, que se aplazó hasta que la pandemia otorgue mucha más flexibilidad en reuniones y eventos.
Pese a que el coronavirus finalmente no ha logrado suspender una de las bodas más esperadas del año, sí que tendrán que adaptar este acontecimiento a las estrictas restricciones establecidas en lo que se refiere a reuniones sociales, reduciendo considerablemente el número de asistentes por la pandemia. Por lo tanto, el desfiles de rostros conocidos y personalidades de la vida social y empresarial española será mucho inferior al de hace tres años, cuando Sofía Palazuelo se casó con el actual duque de Huéscar y heredero de la Casa de Alba ante más de 300 invitados.
Tal y como ha transcendido a los medios, la pareja desea que su boda siga un patrón similar al que celebró este matrimonio en 2018. Eso sí, los novios son muy conscientes de la crisis sanitaria que estamos padeciendo y la ceremonia religiosa se celebrará al aire libre, con un montaje sencillo y sin grandes estridencias, en los jardines de estilo francés realizados por el famoso jardinero Foriester a comienzos del siglo XX. Los asistentes podrán disfrutar de la belleza del jardín de Liria en primavera: el estanque, estatuas de animales fantásticos o los laberínticos parterres delineados por setos.
Una vez que Ignacio Sánchez-Dalp, el amigo de la familia que se encargará de oficiar la ceremonia, les haya declarado marido y mujer, degustarán de un menú realizado por Ciboulette, el catering de referencia para la familia Alba. Un esquema dividido en cóctel de pie y platos sentados basado en un sencillo menú. Esta empresa, con sede en la capital, dispone de su propia escuela de camareros, con el único fin de ofrecer un servicio en mesa que esté a la altura de la calidad de sus platos. Su gran experiencia en eventos le permite amoldarse a la perfección a cualquier lugar, pues han organizado bodas en todo tipo de escenarios.
Otros de los puntos clave lo desveló el portal Vanitatis en exclusiva. La diseñadora del vestido de Corsini será Cristina Martínez Pardo, directora creativa de Navascués, que dará forma al vestido con el que vivirá uno de los días más felices de su vida. “Quiere estar cómoda pero sin llamar la atención. Ni siquiera lucirá ninguna de las grandes joyas de su familia política por el momento complicado que atraviesa España con la pandemia. Quiere ir lo más austera posible”, confirmaba una fuente cercana de la novia a este mismo medio.
Mientras la cuenta atrás llega a su fin, el duque de Osorno y su prometida ya estarán recibiendo algunos de los regalos que incluyeron en su larga lista de bodas. Objetos decorativos y muebles para su nueva casa, vajillas, cristalerías, tumbonas para su jardín o lámparas de colección son algunos de los detalles materiales que han incluido. Objetos que se suman a las estancias en hoteles de lujos ubicados en Islas Mauricio, Tailandia o Tanzania. Tres paradisiacos destinos que la pareja habría escogido para pasar su luna de miel.