Madera, colores cálidos y velas: básicos para la decoración elegante de una boda rústica
Las bodas rústicas, celebradas en el campo o en un bosque, están cada vez más de moda.
Para que desprendan encanto y elegancia, la decoración es fundamental.
Los elementos de la propia naturaleza y la elección de los pequeños objetos hará que tu boda rústica sea un éxito.
Las bodas de estilo rústico son una auténtica delicia, sobre todo cuando se consigue sacar el máximo partido al entorno natural con una buena decoración. En cualquier boda, las decisiones deben tomarse pensando en que todos los detalles armonicen dentro del estilo elegido. Y cuando se trata de una boda rústica, en el campo o en un bosque, el punto de partida ha de ser el espacio en el que se va a celebrar, que es nada más y nada menos que la propia naturaleza.
Del mismo modo que el vestido de novia o el menú deben estar integrados en ese concepto rústico para sublimarlo y hacerlo elegante, la decoración juega un papel importantísimo y debemos elegir cada detalle con mimo y cuidado. Si es así, sin lugar a dudas podrás conseguir que tu boda se celebre en un auténtico espacio de ensueño.
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Los colores, las flores, la papelería… todo cuenta para conseguir un ambiente cálido, original pero sin estridencias, elegante y muy chic. Te contamos cuáles son los básicos de decoración elegante para triunfar con tu boda rústica.
La propia naturaleza, tu mejor fuente de decoración
Partimos de que no más acertado para una boda de este tipo es que todos los elementos decorativos estén bien integrados, y si tu salón de celebraciones para a ser la naturaleza, utiliza lo que ella te ofrece. Los materiales principales en la decoración serán la madera y la piedra, tanto de manera refinada, en muebles y accesorios, como en su forma más rústica: troncos utilizados como pequeñas mesas o asientos, piedras en las que escribas el sitting, etc.
Las flores no pueden faltar en una boda, porque simbolizan el amor y transmiten alegría. Pero en una boda rústica, además, han de parecer parte del entorno. Piensa en centros y ramilletes hechos con flores silvestres. Y, por supuesto, cuenta con este tipo de flores a la hora de diseñar tu ramo de novia.
Los árboles serán el mejor lugar para situar puntos de iluminación, guirnaldas con bombillas, etc. Si sabes encontrar la manera incorporar todos estos elementos a tu escenario natural, parecerá que ha sido la propia naturaleza la que se ha adaptado para celebrar tu boda por todo lo alto.
Los colores y tejidos que deben predominar
Cuando pensamos en la decoración de una boda, es muy importante pensar en la gama de colores que vamos a utilizar. La naturaleza ofrece ya de por sí un telón único repleto de los colores más vivos y auténticos. Para potenciarlos y acompañarlos, busca que los tonos predominantes sean cálidos, como el rojo o el ocre; los verdes intensos serán parte del paisaje; los tonos nude y el blanco te ofrecen una luminosidad única; y otros como el azul cielo, ayudan a crear contrastes que harán del conjunto algo muy especial.
En cuanto a los tejidos, puedes optar por el algodón más rústico para, por ejemplo, los manteles, utilizar otros más vaporosos, como la gasa, para los pequeños detalles, y tela arpillera, que aporta esa elegancia rústica.
El encanto de los pequeños objetos
Piensa en que tengan un toque vintage y reutilizado, como lecheras o cubos de latón para poner las flores, recipientes de vidrio. No renuncies a las velas, y por qué no, en unos candelabros. Elige tu propia vajilla para el banquete, de porcelana y con diferentes motivos y colores ¡quedará fenomenal! Eso sí, procura no pasarte con los elementos decorativos, tienen que acompañar, no ocultar el entorno privilegiado en el que estás.
A la hora de elegir la papelería, busca un papel reciclado, una caligrafía con un punto clásico similar al trazo de una pluma. Todo aquello que evoque a algo natural, bucólico y nostálgico será un acierto para crear tu escenario de boda soñado.