Hay novias diferentes, novias atrevidas, novias que deciden saltarse todos los códigos, las tradiciones y los protocolos y deciden cambiar el vestido de novia por unos pantalones. No es una ni dos, cada vez son más las chicas que optan por llevar pantalones el día de la boda. Eso sí, son modelos especiales creados para un día muy especial.
Los modelos van del pitillo al palazzo, del mono al dos piezas, del pantalón mezclado con vestido al que se lleva con corpiño y cola o el que se combina con blazer. Para gustos los patrones, porque el color favorito sigue siendo el blanco nupcial.
Muchas son las firmas de novias que desde hace varias temporadas han incluido modelos de pantalón entre sus propuestas, cada una a su manera según las líneas de la firma, y las opciones van de la más sofisticada a la más sencilla para dar cobertura a todos los estilos de novias que deciden casarse con pantalón.
Un traje de chaqueta blanco es una de las posibilidades a barajar entre las novias que deciden casarse con pantalón, posiblemente la más tradicional. Existen mil opciones tanto de chaqueta como de pantalones y la combinación de ambas piezas depende de tu estilo y de la forma de tu cuerpo.
La chaqueta puede ser ceñida o amplia, cortada a la cintura o por debajo de la cadera, estructurada de hombros o sin hombreras, cruzada, abotonada en línea o atada con ayuda de un cinturón. En cuanto al pantalón, puedes escoger entre ancho, recto, bombacho y pitillo, largo, al tobillo o cropped.
Una figura equilibrada se consigue con una chaqueta ajustada y un pantalón ancho o todo lo contrario, un pantalón ceñido y una chaqueta amplia. Pero las reglas están para saltárselas, cada cuerpo es un mundo y lo ideal es que te pruebes y veas con qué te sientes más cómoda y favorecida.
Un abrigo en otoño es una prenda casi imprescindible y si lo llevas con pantalón el look se convierte en mucho más interesante. Estos modelos de Jesús Peiró te pueden inspirar a la hora de decidirte por un estilo más actual y desenfadado, con abrigo corto y pantalón ancho, o por un abrigo más cercano a las tradiciones, largo y con cola para llevar sobre un pantalón más estrecho.
El mono es un tipo de prenda complicada que para que favorezca debe quedar tan perfecto como un guante. Cumplida esta premisa, puedes partir del traje pantalón de una sola pieza como base y añadir cuantos detalles consideres oportunos, como el modelo de Naeem Khan, que suma un cuerpo de red bordada y una cola sujeta con un enorme cinturón, perfecta para desmontar cuando empiece la fiesta.
En cuanto a los tejidos, la imaginación es la que pone los límites ya que puedes jugar con telas opacas como la seda o el satén y con las transparencias que ofrecen el tul o el encaje. Lo mismo sucede con los patrones entre los que encuentras desde los modelos más sobrios y minimalistas, a patrones recargados y pomposos.
También hay novias que optan por combinar vestido y pantalón en un ejercicio de estilo complicado pero que bien solucionado puede funcionar muy bien. La primera opción es superponer un vestido transparente a un conjunto de top y pantalón o a un mono ajustado. Otra posibilidad es que el vestido lleve una abertura amplia en el costado que deje visible el pantalón cuando camines. La tercera, y más complicada, es utilizar un vestido de bajo asimétrico que deje visible el pantalón por el delantero o alguno de los costados. De tu habilidad para mover el vestido dependerá que el efecto sea más o menos impactante.
Entre las propuestas menos tradicionales, dentro de los ya poco tradicionales pantalones de boda, están las inspiradoras novias de Teresa Baena. La primera opción es un peto blanco con patrón de pata de elefante, al más puro estilo años setenta, perfecto para una boda campestre.
La segunda opción es incluso más atrevida y consiste en un conjunto de top halter de encaje combinado con bermudas bordadas y, como no podía faltar en una novia, velo al viento. Una propuesta veraniega para bodas poco formales y novias que quieran sorprender.