¿Qué silueta de vestido de novia elegir? Guía práctica para saber cuál te favorece más

Seguramente has pensado muchas veces en cómo querías que fuera tu vestido de novia, incluso antes de tener una fecha de boda. Hay mil detalles que podemos pensar para nuestro vestido, desde si lo queremos con manga larga o con palabra de honor, hasta si va a llevar cola o nos pondremos un velo. Pero cuando llega el momento de la verdad descubrimos que lo primero que hay que decidir es qué tipo de silueta queremos para nuestro vestido de novia.

No todas las siluetas sientan igual, y no podemos dejar de pensar en nuestros gustos personales y el estilo que va a tener la boda. Para ponértelo más fácil, hemos elaborado una guía con las principales siluetas de vestidos de novia que puede serte de mucha ayuda para dar con el bridal look que más te favorece.

Este tipo de silueta es la más popular entre los vestidos de novia y tiene todo el sentido, porque además de ser preciosa es tremendamente favorecedora. Los vestidos de línea A se ajustan al pecho y cogen volumen de cintura para abajo, como si el conjunto dibujara una A. Es un tipo de silueta que ofrece muchas posibilidades, tanto en los posibles tejidos, como en las mangas o el escote. Es habitual el palabra de honor o el cuello cerrado con manga francesa, pero el escote en V es el que más dibuja la silueta de la A, aunque no tengas que ceñirte, ni mucho menos a este detalle. Marca cintura, realza el pecho y disimula las caderas, por lo que no puede sentar mejor.

Pensar en vestirse de princesa el día de su boda es el típico sueño de muchas niñas, y que algunas deciden hacer realidad el día que se casan. Es ideal para una celebración por todo lo alto y, además, coincide con los vestidos de silueta en línea A en que es muy favorecedor, ya que son bastante similares. El vestido de silueta princesa destaca, además de por el cuerpo entallado a la cintura por su imponente falda que coge el volumen ahí mismo, y no de manera progresiva. Por lo tanto, afina cintura y disimula al máximo la cadera, aunque puede no resultar el más adecuado para novias bajitas, ya que podría hacerlas parecer demasiado voluminosas.

Los vestidos corte imperio nos transportan a la corte francesa de principios del siglo XIX, donde Josefina Bonaparte, mujer de Napoleón, se convirtió en su máxima representante. Se caracterizan por llevar el corte debajo del pecho y caer sueltos hasta abajo. Son elegantes, muy cómodos e ideales para bodas de estilo boho chic. Al ir ajustado a la zona del pecho añade volumen a esta zona, por lo que es ideal para novias con poco pecho. En cambio, no resulta tan favorecedor si el pecho es voluminoso. Eso sí, alargan la silueta, así que sientan muy bien a las novias bajitas.

Sin duda es una de las siluetas que hacen que la novia resulte tremendamente sexy. Además de resaltar las curvas del pecho, cintura y cadera, añade una más en el bajo. Son vestidos que se ciñen al cuerpo destacando todas sus líneas y que aceptan todo tipo de escotes y mangas. Puede ser más cómodo de lo que imaginas a la hora de sentarte, aunque puede que no lo sea tanto para que des lo mejor de ti en la pista de baile. Por otro lado, añade un punto de glamour inigualable. Es posible que no te apetezca mucho marcar tanto las curvas o que no sea el vestido más adecuado para tu boda si la ceremonia es religiosa.

Los vestidos lenceros están ganando cada vez más adeptas entre las novias actuales. Elegantes, pero con ese punto sexy que da el que parezca que te acabas de levantar de entre las sábanas es de lo más atractivo. Con un vestido de este tipo se casaron hace décadas Kate Moss o Jennifer Aniston, y ahora regresa con mucha fuerza.

Suele estar confeccionado en satén y, además de en blanco, también triunfa en color crudo. Destaca por la sencillez en el corte y por no llevar mucho abalorio, aunque pueda incorporar un sugerente encaje, o algún detalle de pedrería en los tirantes o mangas. Parecen holgados por su corte suelto, pero lo cierto es que marcan bastante la silueta, así que puede que no sea el que estás buscando si pretendes disimular algunas curvas.

Casarte con un vestido mini es toda una declaración de intenciones que pone un toque de modernidad incuestionable a tu boda. Los más favorecedores tienen la silueta recta, para no marcar mucho la figura y dejarle el protagonismo a las piernas. De aire minimalista, sientan de maravilla y pueden ayudarte a ganar centímetros visualmente.