Este sábado, y tras quince años de relación, Rafa Nadal y Xisca Perelló se daban el ‘sí, quiero’ en la Fortalesa de Albercuitx, en Mallorca. A la ceremonia, que estuvo completamente brindada a los medios, acudieron invitados como el rey Juan Carlos con su mujer y compañeros de profesión del tenista. Horas después de esta celebración, ya se han hecho públicas las primeras fotografías de los novios en este gran día.
En la primera fotografía que han compartido, Rafa Nadal da la mano a su novia mientras la pareja, sin mirar a cámara, sonríe apoyados en un mirador desde el que se puede ver la bahía de Pollença. En la segunda fotografía, el tenista agarra a su ya mujer de la cintura mientras entrelazan sus manos, en las que lucen sus alianzas de recién casados.
Estas primeras imágenes del posado están realizadas en La Fortaleza de Albercutx, el idílico entorno que la pareja eligió para celebrar su boda. En este castillo del siglo XVII, el tenista y su mujer celebraron la ceremonia y la posterior celebración. Al ser una boda de día, todos los asistentes disfrutaron de una comida que se alargó hasta la madrugada. Esta fortaleza está formada por 87.000 metros cuadrados y más de mil metros de jardines.
Entre los invitados a la boda, que estuvo repleta de amigos y familiares de la pareja, también pudimos ver rostros conocidos, entre ellos, Don Juan Carlos y Doña Sofía, que mantienen una buena relación con el tenista. Carlos Moya y Carolina Cerezuela o Feliciano López y Sandra Gago, que también se convirtieron en marido y mujer hace tan solo unos meses.
Para este gran día, el tenista eligió un traje de color gris firmado por Brunello Cucinelli, con chaleco algo más claro, corbata del mismo color y camisa blanca. Dando un tono diferente a su look, unos zapatos de cordón en color negro. Rosa Clará era la firma encargada de diseñar el vestido de la novia, el gran protagonista de todas las bodas, y el de algunas invitadas más.
Xisca lucía un diseño con escote caja y manga larga, inspirador en el movimiento artístico Art Déco. El vestido estaba bordado a mano y con micropedrería incrustada en el dibujo. En la parte inferior, una falda que incorporaba una sobrecola extraíble: “El vestido ha sido elaborado en el Atelier de Rosa Clará con un trabajo de excepcional técnica y artesanía, y muchísimas emociones entre todos nosotros”, contaba la propia firma.