Una segunda vida para el ramo de novia: lo que puedes hacer con él después de la boda
Entregárselo a alguien importante, guardarlo en un tarro de cristal... puedes hacer muchas cosas con tu ramo de novia después de la boda.
Si ya has empezado a preparar tu boda, seguro que ya has buscado tu vestido perfecto, los zapatos y has empezado a buscar el lugar de la celebración. Quizás, con un poco de suerte y tiempo, ya habrás echado un ojo a los ramos. ¿Has pensado cómo será y qué vas a hacer con él después de la boda?
Como las fotos, el vestido o los regalos para los invitados, el ramo puede ser un recuerdo muy bonito de la boda. Puedes lanzarlo, entregárselo a alguien especial o quedártelo para siempre. Pero, ¿cómo consigues que duren? En la mayor parte de los casos, está hecho de flores naturales, por lo que, pasado el gran día, basta con dejarlo secar. La clave está en cómo decides guardarlo; en Divinity.es te damos algunas alternativas.
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Una campana de cristal
Es un accesorio bonito y elegante que puedes poner en cualquier sala de tu casa, para recordar siempre ese gran día. El ramo se seca todo junto y después se coloca en una base que se cubre con una campana de cristal, por lo que las flores se mantendrán siempre limpias e intactas.
En un tarro acristalado
Si encuentras un bote de cristal bonito, puedes conservar el ramo metiendo ahí las flores secas. Una vez estén bien deshidratadas, basta con cortar los tallos y desecharlos; el resto se introducen en el tarro para decorar con él, por ejemplo, vuestro dormitorio.
Prensarlas
Otra de las opciones es prensarlas y utilizarlas para cualquier creación. Puedes apoyar con ellas tu álbum de fotos de boda, por ejemplo, o crear ilustraciones o marcos cuando las flores tengan la estabilidad suficiente, que podréis colgar en las salas de vuestro hogar.
Saquitos rellenos o joyas
Si vuestro ramo es de lavanda u otras flores aromáticas, podéis usarlas para rellenar pequeños saquitos de olor y colocarlos en el armario. Un olor que siempre os recordará a ese día tan especial.
Algunas joyerías tienen sus propias técnicas para conservar las flores en resina y hacer con ellas colgantes, anillos o pendientes. Es una opción a tener en cuenta: tu ramo nunca te abandonará.
Entregárselo a alguien
Es la forma más fácil de darle una segunda vida a tu ramo, pero también una de las más complicadas. Y es que, ¿a quién se lo das? ¿A tu madre, que te quiere tanto? ¿A tu hermana, compañera de juegos desde hace tantos años? ¿O a tu mejor amiga, que te ha ayudado a organizar la boda regalándote horas de su tiempo? Algunas tradiciones dicen que se lo des a la amiga que esté más cercana a casarse o a una amiga soltera, pero puedes elegir a otra persona especial: no estás sujeta a nada.
Aprovecha el final de la comida, antes del postre, y acércate a esa persona para darle su regalo. Seguro que es un momento muy emocionante para todos. También puedes dividir el ramo y darle una flor a cada invitada, o hacer pequeñas réplicas de tu ramo y regalarlas a quien quieras.
Algunas novias deciden guardarlo para alguien ausente y ofrecerlo en el cementerio, días después, o entregárselo como ofrenda a una Virgen. Eso depende de las creencias o intereses de cada una.
Lanzarlo al aire
Tiene un significado muy especial: se dice que la persona que lo coja será la siguiente en casarse. Tú te pones de espaldas, con tus amigas detrás, y lo tiras con energía, por encima de tu cabeza. Es un momento muy divertido que seguro que recordáis durante mucho tiempo.