Tamara Falcó habla por primera vez de cómo se plantea su boda con Íñigo Onieva: "No la haría gigantesca"

Su relación está forjada a prueba de polémicas. Tamara Falcó e Íñigo Onieva iniciaron su historia de amor en septiembre de 2020 y la noticia llegó a los medios pocos meses después. Desde ese preciso momento, la socialité ha tenido que soportar especulaciones de todo tipo sobre su noviazgo con el diseñador de automóviles. La marquesa de Griñón, sin embargo, parece hacer caso omiso a la rumorología y ha encontrado por fin la estabilidad junto al hermano de la conocida actriz Alejandra Onieva. Enamorada pero sin intenciones de pasar aún por el altar, la hija de Isabel Preysler ha desvelado cómo sería la boda de sus sueños.

Todo empezó con un comentario del ‘polémico’ Juan del Val, que confesaba en la tertulia del programa en el que colabora que no son de su agrado aquellas personas que “presumen de casarse discretamente”. En su opinión, “te casas o no te casas”, y si lo haces debe ser un enlace a lo grande, “como Dios manda, con 500 invitados y música de Georgie Dann”. Un pensamiento con el que no estaba muy de acuerdo su mujer, Nuria Roca, con quien acaba de celebrar su 21 aniversario de bodas.

En esta línea, Pablo Motos supo aprovechar la oportunidad para preguntar a Falcó cómo le gustaría que fuese su boda. “No creo que la hiciese gigantesca”, afirmaba ante el asombro del resto de colaboradores, que creían imposible que su enlace se pudiese mantener en secreto. “Mi padre me contó que en su primera boda seguía saludando a gente al final de la noche. Fueron mil personas y eso sí que me parecería una pesadilla”, no le gustaba la idea a la diseñadora, que tiene en mente congregar únicamente al entorno más cercano: “A una boda va la gente que más quieres y con los que te lo pasas fenomenal. Será una gran boda”, aseguraba.

Una fotografía publicada por Tamara Falcó con motivo de su graduación como chef, hace tan solo unas semanas, confirmaban la estupenda relación de Onieva con su familia política.

Tanto Isabel Preysler como su actual pareja, Mario Vargas Llosa, el tío Mario para la joven, ya se pronunciaron hace un tiempo sobre lo contentos que estaban con el madrileño, y eso que la pareja estaba en el foco de escrutinio público después de que se especulase con una supuesta infidelidad de Íñigo. Motivos que nos hacen pensar que a la reina de corazones estaría encantada con la idea de ver a su hija Tamara vestida de blanco junto a su actual novio.