Blanco nupcial: un color tradicional con múltiples matices para brillar en el día 'B'
El blanco que elijas para tu vestido de novia debe ser el que más te favorezca a tu tono de piel y el que mejor encaje con el estilo del traje
Existe una relación tan íntima entre el color blanco y el vestido de novia, que se llegan a utilizar como si fueran sinónimos. La tradición, que habla de pureza, inocencia y virginidad, se remonta a un pasado relativamente reciente: la boda en 1840 de la Reina Victoria con el Príncipe Alberto de Sajonia.
A aquel vestido blanco en tono crema, confeccionado en seda satinada con volante de encaje en el cuello, le han seguido muchos otros vestidos de novia blancos, más o menos puros, luminosos y brillantes. Porque el blanco nupcial no es sólo uno, está lleno de matices fríos y cálidos, que dan lugar a una gama de colores que va del blanco nuclear al champagne.
El blanco que elijas para tu vestido de novia debe ser el que más te favorezca según tu tono de piel, pues tiene que aportar luz al rostro, y el que mejor encaje con el estilo del traje, para que destaquen todos los detalles. Hay que hablar de seis matices de blanco nupcial: blanco nuclear, blanco hielo, blanco roto, blanco hueso, blanco perla y champagne.
Blanco nuclear
El blanco puro o blanco nuclear es una tonalidad fría acromática muy luminosa, de claridad máxima y oscuridad nula, que se asimila al color de la nieve y el yeso. Es adecuado para vestidos de novia clásicos y con piedras o aplicaciones, aunque en la actualidad no es demasiado habitual. Favorece especialmente a mujeres con tonos de piel oscuras, más que a las claras a las que hace parecer más pálidas.
Blanco roto
Actualmente es el que eligen la mayoría de las novias que quieren ir “de blanco”. El blanco roto es el resultado de sumar al blanco nuclear un matiz beige casi imperceptible que lo transforman en un blanco más natural y cálido, así como menos luminoso. Es el color de la seda natural antes de aplicarle cualquier tinte. Sienta bien a cualquier tipo de piel y es perfecto si quieres combinar tu vestido con algún detalle de color.
Blanco hielo
El blanco hielo también se incluye en la categoría de los tonos fríos y luminosos, pero, a diferencia del anterior, tiene un ligero matiz azulado que favorece especialmente a las mujeres de piel clara y cabello muy oscuro o rubio nórdico. Es un color muy apropiado para vestidos de novia de líneas puras y patrones arquitectónicos.
Blanco perla
El blanco perla es una tonalidad que se asemeja al blanco hielo, pero tiende cromáticamente a tonalidades grises o violetas y suele llevar un efecto tornasolado. Es más apropiado para novias de más edad que para chicas jóvenes y es un color perfecto para vestidos de patrones sencillos, lánguidos y con mucha caída tipo slip dress. Este tono de blanco favorece a las mujeres de piel clara y pelo oscuro.
Blanco hueso
El blanco hueso, también llamado color marfil, encaja dentro de los blancos cálidos y se identifica con un color crema muy claro. Favorece tanto a las pieles claras, incluso a las rosadas, como a las oscuras ya tengan el pelo rubio o castaño. Se suele utilizar para la elaboración de vestidos de estilo boho y romántico en los que el encaje suele ser protagonista.
Blanco champagne
El blanco champagne es otra tonalidad cálida, pero algo más saturada que el blanco marfil. Es un color ligeramente dorado y se ha convertido en el tono favorito de las novias que buscan ese vestido vintage que parece sacado del baúl de la abuela. Favorece muchísimo si tienes la piel oscura y el cabello castaño, pero no debes descartarlo si tu piel es clara, salvo si la tez tiende a rosada.
Blanco beige
El blanco beige es otro tono cálido, esta vez con más presencia de tonalidades cercana a colores como el arena, el beige, el vainilla y el amarillo. Sienta bien a las novias de pieles claras y combina perfectamente con vestidos de estilo barroco y con profusión de detalles o a los diseñados para alejarse de todo tipo de tradiciones. Suele utilizarse en bodas de invierno, ya que aporta mayor calidez que cualquier otra tonalidad.