De sirena, corto, evasé: hay un tipo de vestido de novia para cada cuerpo

Cuando repasamos la lista de prioridades en una boda, una de las que se encuentra en el top ten es el vestido de novia. De hecho, hasta que se da con él, es más bien una de las preocupaciones o de los aspectos que más se tienen en mente mientras se prepara la boda. Da igual que se trate del look nupcial de solo uno de los miembros de la pareja, incluso se entiende que se le preste tanta atención, porque dar con el vestido de novia perfecto es toda una misión. Y no solo porque es imposible dar con el que nos guste, especialmente después de tener en cuenta toda la presión social recibida en cuanto a que el vestido de novia tiene que ser especial y único porque será el look elegido para uno de los días más importantes de tu vida y se cargará de significado y recuerdos.

Dar con el vestido de novia perfecto también se hace complicado porque no cualquiera sienta bien. Y es que, si todas las prendas que podamos imaginar lo hacen ya de por sí, los vestidos de novia son los que más se rigen por una silueta determinada. En definitiva, si siempre hay que tener en cuenta el tipo de cuerpo para saber qué looks serán nuestro fuerte y cuáles no, con el vestido de novia pasa aún más, por eso cuesta tanto dar con el elegido.

Pero también por eso de tipos de vestidos de novia diferentes está hecho el mundo de los looks nupciales: faldas evasé, corte en A, estilo princesa, sirena, recto… y hasta corto o traje de pantalón y chaqueta ya no tanto en lo que para tipos de cuerpo se refiere sino para novias que prefieren un look diferente. Posibilidades hay muchas para gustos y siluetas, solo hay que encontrar la nuestra y tenemos, a continuación, las claves para hacerlo.

Antes de comenzar a hablar de tipos de cuerpo o siluetas hay que dejar claro que estas no van en función del peso, sino de la forma del cuerpo y de nuestras curvas. Así, los cuerpos manzana se caracterizan por unos hombros y cinturas más estrechas y el volumen concentrado en la parte del abdomen, pasando más desapercibidos el pecho y los glúteos.

A este tipo de cuerpo sobre todo le sienta bien el corte en A. Es decir, esos vestidos que no son ceñidos, sino que se ajustan justo por debajo del pecho o un poco más arriba de la cintura y se abren con una falda holgada, estilo evasé, fluidas, que suavizan esa parte que estos cuerpos tienen más destacada restando volumen pero no dinamismo y movimiento.

En cuanto a los escotes, el que mejor sienta es el escote corazón o similares.

Este tipo de cuerpo se caracteriza porque, como su nombre indica, su forma es rectangular. Es decir, uniendo hombros, cintura y cadera se construye un rectángulo. Se trata de un cuerpo recto, en el que estas tres partes son igual de anchas o estrechas. Por eso, a este tipo de cuerpo le favorecen los vestidos de corte A, ya que marcan un poco la cintura entallándose y dibujando una pequeña forma y la falda cae creando dinamismo y dando un poco de volumen. Por su parte, deja a un lado los vestidos rectos que solo enfatizarán más la figura haciendo que el cuerpo parezca mucho más rectangular.

En cuanto a los escotes, como el truco está en acentuar la cintura para restar geometría, apuesta por escotes en V pronunciada y evita los cuellos cuadrados.

Por otro lado, como son cuerpos rectos, a estos también les sienta muy bien el traje de chaqueta y pantalón. Al tratarse de dos pierdas se crean divisiones que rompen el rectángulo y la chaqueta da volumen a los hombros, con lo que se difumina por completo la figura. Además, las piezas caen sin entallarse, aportando elegancia.

Los cuerpos tipo pera tienen en las caderas y el principio de los muslos su punto más ancho, mientras los hombros son bastante más estrechos, aunque el pecho sigue siendo voluminoso pero no demasiado.

Aunque a estos tipos de cuerpo también les favorece el corte A por marcar la cintura más alta, la silueta que mejor les va a este tipo de cuerpos son los vestidos princesa. Estos tienen una falda mucho más voluminosa y abierta, con lo que se disimula la cadera grande.

En lo que a escotes se refiere, los mejores son un escote barco o un escote corazón que se complete (o completen ambos) con una manga abullonada. De lo que se trata es de dar algo más de volumen por la parte de arriba para reducir el de abajo.

Similar a la forma de pera es el de triángulo, solo que la parte de las caderas y los glúteos no tienen tanto volumen como el cuerpo de pera, pero, en este caso, el pecho sí es algo más estrecho. Aún así, el vestido estrella suele ser el de princesa pero también el corte A y ahora se puede incluir una falda evasé y prescindir un poco más de las mangas o apostar por vestidos de tirantes y escote en V aunque no demasiado pronunciado.

Cuando hablamos del cuerpo con forma de reloj de arena nos referimos a un cuerpo en el que hombros y cadera son muy similares y la cintura y el pecho se destacan pero sin exagerar.

Aunque es a la silueta que mejor se adaptan más tipos de vestidos de novia, en este caso, las curvas se realzan de manera simétrica con vestidos de corte sirena, que se ciñen al cuerpo subrayando las zonas más pronunciadas. En cuanto a los escotes es mejor el escote corazón para realzar el pecho o el palabra de honor, incluso un cuello halter, aunque a este tipo de cuerpo le sienta bien todo tipo de escotes.

Es justo lo contrario a la forma de triángulo o pera. Ahora las caderas son más estrechas y los hombros y el pecho más anchos. Por eso, a estos tipos de cuerpo les favorecen los cortes princesa y las faldas vaporosas que dan volumen pero sin marcar. Pero a estos cuerpos también les favorecen los vestidos de sirena, ya que en este caso realzarán el pecho y se ceñirá a la cintura dibujándola y potenciándola pero de manera sensata y sin resaltar aquello que se quiera esconder.

Si te atreves, también puedes apostar por los vestidos cortos para hacer de tus piernas las protagonistas. Las faldas tipo tutú además aportarán volumen a la cintura.

Elige tirantes anchos o manga, ya sea corta o larga y escotes más cerrados, para disimular la dimensión de la espalda.