La familia real británica, unida en Balmoral tras la muerte de la reina Isabel II

Ha muerto Isabel II, la reina de Inglaterra durante los últimos 70 años. Lilibeth, como le llamaban sus más allegados, ha mantenido el reinado más largo de la historia reciente, a pesar de que sus problemas de salud, la forzaron a delegar algún que otro discurso oficial en su hijo Carlos de Inglaterra, el eterno aspirante al trono. Con el fallecimiento de Isabel II desaparece un símbolo de la monarquía inglesa, con sus ceremonias fastuosas, sus carruajes, su indumentaria retro y su estudiada cercanía con un pueblo febril, testigo de todos los líos familiares que agujerearon su imagen.

La BBC afirma en su directo que "Meghan se quedará de momento en Londres cuidando de sus hijos mientras Harry va a Balmoral pero se unirá al resto de la familia en próximos días".

Algunos usuarios de Twitter han advertido que la BBC había cambiado su color corporativo al negro, en señal de duelo. Lo cierto es que se trata de un bulo ya que el color corporativo de la cadena pública británica desde hace meses es este mismo color. Sólo BBC News tiene el rojo como color identificativo, que a estas horas sigue manteniendo. La web https://archive.org/web/, que recoge pantallazos de la portada de páginas de todo el mundo, acredita esto.

"Esperamos una rápida y segura recuperación de la reina. Nuestros pensamientos y deseos están con la reina, la familia real y el pueblo británico", han dicho desde la embajada española en Reino Unido.

La duquesa de Cambridge, a la que vimos recogiendo a sus hijos en su primer día de colegio, ha decidido quedarse con George, Charlotte y Louis mientras su marido está en Balmoral.

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La monarquía inglesa es una de las más ricas del mundo. Esto se debe a su antigüedad y a la gran variedad de patrimonio del que goza Isabel II desde que ascendiera al trono hace más 70 años. Así, hace unos años, The Sunday Times afirmó que la fortuna de Isabel II estaba valorada en unos 400 millones de euros. Eso sí, hay que saber que las propiedades de las que ahora mismo goza la reina solo le pertenecerán mientras ocupe el trono y, por tanto, dejarán de ser de su posesión cuando dé paso a su hijo Carlos.

El día después de la muerte, el Consejo de Adhesión proclamará al nuevo rey en el Palacio de St. James. Además, el funeral de estado se celebraría en la Abadía de Westminster nueve días después de su muerte. El cuerpo sería enterrado en una tumba en la Cripta Real de la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor, donde también se encuentra el príncipe Felipe. 

El Parlamento tendrá que celebrar una sesión extraordinaria en la que la primera ministra se dirigirá a la Cámara de los Comunes y, mientras tanto, se ondeará en todos lados la bandera a media asta.

Tras la muerte de la reina, el heredero al trono se convertirá en ese momento en monarca. Y, durante su primera gira, antes de celebrarse un funeral, realizará algunas paradas significativas como aquellas que le llevarán a Londres o Belfast.

Cuando el rey Jorge VI falleció, los funcionarios del gobierno fueron informados con la frase ‘Hyde Park Corner’. A raíz de aquello se pusieron en marcha los planes funerarios y la muerte de la reina madre, que fue ensayada durante 22 años. También, ‘Operation Forth Bridge’ hace referencia al funeral del príncipe Felipe de Edimburgo y, en un futuro, ‘Menai Bridge’ se utilizará para nombre al proyecto del príncipe Carlos.

Con el cuerpo de Isabel II en Londres, será el Centro de Respuesta Global del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth el encargado de comunicar la noticia a los otros gobiernos de los otros quince países de los que la reina era jefa de estado, así como a los gobiernos de los demás países de la Mancomunidad de Naciones.

Si la reina Isabel II falleciera en Balmoral (Escocia), se activaría la Operación Unicorn que llevará su cuerpo en tren a Londres. Si, por el contrario, no se puede llevar a cabo el traslado por esta vía, se activará la Operación Overstudy, que trasladará el féretro de la monarca en avión.

El primero en enterarse de su fallecimiento será el secretario privado de la reina, Edward Young. Así, se tendrá que poner en contacto con la primera ministra, a quien le dirá ‘London Bridge is Down’. En el caso de que la reina se encontrase en Londres, se pondría en marcha el plan. Pero al estar en Escocia, concretamente en Balmoral, antes se deben seguir unos pasos previos.

Esta operación es un plan que se desarrolló durante los años 60 y que involucra tanto a la Iglesia anglicana como a la Policía de Londres, a las Fuerzas Armadas Británicas, parques reales, medios de comunicación, la Autoridad del Gran Londres -es decir, el alcalde y la Asamblea de la ciudad- y, también, el transporte municipal.

El Parlamento británico ha paralizado su actividad habitual. Un portavoz ha actualizado las últimas informaciones a los allí presentes, incluida la primera ministra, que han manifestado sus "mejores deseos" para la reina.

Autoridades vinculadas a la reina continúan reaccionando a las últimas noticias. El último, el ex primer ministro británico Tony Blair:

La BBC, encargada de dar la señal en directo de lo que está sucediendo a las puertas de Balmoral, está retransmitiendo la constante salida y entrada de vehículos.

Siguiendo lo que rige el protocolo, la BBC ha cambiado su color corporativo al negro. La alarma continúa.