Los palacios reales de España que debes visitar alguna vez en la vida: del de Aranjuez al Real Alcázar de Sevilla

Si de algo puede presumir España, entre otras muchas cosas, es de su gran riqueza cultural y patrimonial. Y, además, hay ocasiones en la que ambas se entrelazan y nos proporcionan edificios de belleza incalculable. En nuestro país, nos podemos encontrar con varios Reales Sitios que están repartidos por toda su orografía y muy vinculados a la historia, la cultura y la tradición de España. Pero, ¿cuáles son los más bonitos y desconocidos?

Probablemente el que más notoriedad ha tenido siempre ha sido el Palacio Real de Madrid. Se trata de la residencia oficial del rey, pero desde Juan Carlos I no se hace uso de ella como vivienda habitual. Por eso, solamente se utiliza para las distintas ceremonias de Estado y actos solemnes. El palacio fue construido por Felipe V en 1738 y se trata del palacio real más grande de Europa, ya que tiene 135.000 metros cuadrados y más de tres mil habitaciones.

Otro de los palacios reales con más encanto de nuestro país es el Palacio Real de Aranjuez, otra de las residencias oficiales de la familia real española. Este está emplazado en el Real Sitio y Villa de Aranjuez, en el municipio que lleva el mismo nombre.

Fue construido por el rey Felipe II quien le encargó el proyecto al arquitecto Juan Bautista de Toledo. Además, el entorno, que incluye sus jardines, un sinfín de árboles, estatuas, fuentes y animales, fue declarado Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2001.

Por su parte, el Real Sitio de El Pardo sirve para alojar a aquellos jefes de Estado extranjeros y que están de visita oficial en nuestro país. También es usado, de forma puntual, para las celebraciones familiares. Fue tras la Guerra Civil cuando Franco lo adaptó para vivir él, edificando distintas casas y edificios que, hoy en día, albergan sedes de ejércitos y de las fuerzas de seguridad del Estado. 

Otro palacio real que merece una visita es el de la Granja de San Ildefonso. Fue Felipe II quien ordenó su construcción y ha servido como residencia a sus sucesores hasta Carlos II. En sus alrededores se encuentra la Real Fábrica de Cristal, que ha sido declarada Bien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León.

El Palacio Real de la Almudaina se encuentra en Palma de Mallorca, muy cerca del mar. Se trata de la residencia oficial de los reyes durante su estancia en verano, aunque eso sí, ellos prefieren alojarse en Marivent. El diseño del palacio está inspirado en el Palacio Real de Periñán y destaca por sus bonitos jardines.

Por su parte, el Cuarto Alto de los Reales Alcázares de Sevilla es un conjunto de oficios palaciegos donde se alojan los miembros de la familia real o los jefes de Estado extranjeros. Además, en el mismo se combinan distintos estilos como el mudéjar, el gótico y el islámico.