Durante la coronación de Carlos III y la reina Camilla, llamó poderosamente la atención la presencia de las dos mujeres que, vestidas de blanco, acompañaron a la Reina en todo momento, asistiendo en todo lo que pudiera necesitar. 

Las Damas de la Corte no se separaron de su lado, asegurándose de que no hubiera problemas con el vestuario, que la corona luciera del modo en el que debía y que Camilla pudiera cumplir con sus funciones sin tener que preocuparse por nada más. 

Ambas diseñadoras de interiores y muy cercanas a la Reina, forman parte de su círculo de confianza personal. Una de ellas era su gran amiga, Fiona Shelburne, también conocida como Lady Landsdowe; la otra era su hermana, Annabel Elliot. 

El parecido físico entre Camilla y su hermana pequeña es innegable, pero no solo tienen similitudes físicas, también el tiempo las ha convertido en las mejores amigas y aliadas. Annabel ha estado al lado de su hermana en los momentos buenos, en los malos y en los peores, en los que la actual reina consorte se había convertido en el enemigo público número uno para los británicos. 

Igual que se pudo ver a Annabel en la coronación, no es raro que acompañe a su hermana en otros momentos, siempre unos pasos por detrás o junto al resto del equipo que acompaña a la actual monarca. Siempre han estado muy unidas, pero la muerte de su hermano Mark Shand, en 2014 y a causa de un golpe en la cabeza como consecuencia de un resbalón, fortaleció aún más su vínculo. 

Annabel se marchó a Florencia con 20 años para estudiar Bellas Artes y con 23 años, en 1972, se casaba con Simon Elliot, más o menos en esa época Camila conocía y comenzaba un romance con su actual marido. Los Elliot tuvieron tres hijos, Ben, nacido en 1975 y el más conocido de los tres gracias a su paso por la política, Alice, nacida en 1977, y Catherine (1981).

El matrimonio fundó un negocio de antigüedades e interiorismo, que goza de un gran prestigio, aunque no son pocas las voces que afirman que esto es gracias al apoyo que recibieron en su día de Carlos III, quien confió en Annabel para la decoración de sus casas de campo, convirtiéndose en su decoradora de cabecera. Tiene una tienda en Dorset que lleva su nombre y es cofundadora de la marca de antigüedades Talisman. 

Aunque ahora la vida les sonríe a Carlos y Camilla, durante mucho tiempo su relación se desarrolló en las sombras. Tras el divorcio de ambos parecía que podrían abandonar la clandestinidad, pero en 1997, Diana de Gales moría en un trágico accidente de tráfico y la opinión pública se volvía en contra de Camilla. 

Dos años después, la pareja decidía aparecer por primera vez en público y lo hacía en el 50 cumpleaños de Annabel, llegaban a la fiesta por separado y se marchaban juntos. 

Annabel siempre ha estado al lado de su hermana y el día de su coronación no podía ser diferente a pesar de que ella no pasaba por su mejor momento. Hacía pocos meses que había muerto su marido a los 82 años, su gran amor y con quien había compartido los últimos 50 años de vida.