Alejada de la fama que por nacimiento le ha acompañado siempre, Carlota Casiraghi intenta llevar una vida discreta, sin demasiadas apariciones públicas ni declaraciones sobre su vida privada, a pesar del interés que despierta.
A pesar de ello, hay citas a las que no puede faltar en el Principado de Mónaco y a ellas acude, habitualmente, en compañía de sus hijos, Raphaël y Balthazar, que todavía se muestran un tanto tímidos ante las cámaras, como sucedió en el día nacional de Mónaco, celebrado el 19 de noviembre.
No ha sido la única ocasión en que se les ha podido ver junto a su madre en 2023, algo que parece que es cada vez más frecuente conforme los niños son más mayores y es más sencillo que entiendan lo que sucede a su alrededor y quién es su familia. Esto ha permitido ver lo mucho que han crecido y cambiado los pequeños, que ya no lo son tanto.
Raphaël es el mayor de los dos y en diciembre cumplirá 10 años; el pequeño es fruto de la relación de Carlota con el actor y cómico francés Gad Elmaleh. La pareja confirmó su relación cuando Carlota tenía 27 años, tras varios meses de romance, una historia de amor en la que la diferencia de edad no parecía ser un problema: él es 15 años mayor que ella. Su relación se hizo oficial en 2013 y dos años después llegaba a su fin.
“Lo nuestro no es un cuento de hadas. Las mejores historias son las verdaderas. Es genial haber sido amigos primero. Nos conocemos, hablamos mucho. Eso es lo que nos pasó”, revelaba el humorista en la revista People en 2013, tras confirmarse que además de enamorada, Carlota estaba embarazada. Negaba, eso sí, que tuvieran planes de boda.
El final de su relación fue tan ‘discreto’ como el comienzo, sin comunicados ni declaraciones, solo muchos rumores a causa de la distancia que supuso que Gad estuviera en Estados Unidos. Fue el actor el que confirmó la ruptura durante un photocall. “Carlota y yo ya no estamos juntos, pero voy a ver a mi bebé. Él también vendrá a visitarme. Somos una familia”.
Raphaël ya no es un bebé, ahora es un niño hecho y derecho que se acerca rápidamente a la preadolescencia. Un jovencito que parece haber heredado de su padre su sentido de humor, y de su madre su pasión por la lectura, tal y como confirmó Carlota en una de sus escasas entrevistas.
Al parecer, el mayor de sus hijos es un apasionado de los cómics, pero de los clásicos como Tintín y los Pitufos, aunque también quedo encantado con la lectura de El Principito. Debe ser algo de familia, pues uno de los primeros éxitos profesionales del actual marido de Carlota, Dimitri Rassam, fue con la adaptación de esta obra en una película de animación.
Junto a Rassam ha tenido a su segundo hijo, Balthazar, que nació en octubre de 2018, por lo que este año ha cumplido cinco. Al parecer, el pequeño es más aficionado a la mitología griega, sobre todo la relacionada con Zeus y Hércules, tal y como revelaba su madre en la séptima edición de Rendez-vous Littéraires.