¿Qué pasó con la tiara Marichalar que lució la infanta Elena en su boda?
La tiara Marichalar fue la predilecta de la infanta Elena durante muchos años, la llevó en varias bodas reales
Es una joya elaborada por Ansorena, en platino y diamantes, de inspiración helénica
Un despiste, las lágrimas del emérito y más de 1.500 invitados: recordamos la boda de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar
La tiara que lució la infanta Elena el día de su boda es una pieza familiar que le fue regalada por los Marichalar con motivo de la pedida de mano y que ella escogió llevar en uno de los días más felices de su vida como gesto hacia su suegra, Concepción Sáenz de Tejada, condesa viuda de Ripalda. Una tiara con la que sujetaba el velo, que también tenía su propia historia, pues era el mismo que lucieron su madre, la reina Sofía, y su abuela, la reina Federica, el día de sus propias bodas.
Esta tiara, creada por Ansorena, está elaborada en diamantes y platino y combina dos elementos decorativos de inspiración helénica tradicional, por un lado, nos encontramos una corona de laurel, por el otro, grecas griegas. Además, se le añadió una base de platino con elementos circulares para darle una mayor estructura a la pieza. A lo largo de los años hemos podido ver cómo todos estos elementos podían combinarse o lucirse por separado para lucir diferentes resultados.
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Qué pasó con la tiara que lució la infanta en su boda
Esta fue una de las tiaras que más lució la infanta Elena durante sus apariciones públicas como representante de la corona española, también tras su divorcio de Jaime de Marichalar. Fue la que escogió para la boda de Federico de Dinamarca y Mary Donaldson en 2005, y también la que llevó durante la boda de la princesa Victoria de Suecia con Daniel Westling, ambos herederos a sus respectivos tronos (de hecho, Federico X es rey de Dinamarca desde enero de 2024).
La boda de la infanta Elena fue la primera vez que ella lució esta tiara, pero no fue la primera boda en la que se optó por ella. Ya decoró la cabeza de María de la Concepción Sáenz de Tejada en su boda con Amalio de Marichalar en 1957 y también en la boda de su hija mayor, Ana de Marichalar, con Luis Coronel de Palma, en 1989.
Mucho se habló tras la separación de la infanta Elena y don Jaime de Marichalar sobre el destino de esta joya, pues no se descartaba que volviera a manos de los Marichalar, al fin y al cabo es una pieza familiar. Poco se sabe de su destino final, pero lo cierto es que en los últimos años se ha convertido de nuevo en protagonista de algunos de los looks de los miembros de la familia.
En 2018, Ana Coronel de Palma y Marichalar la llevó el día de su boda, aunque ella escogió solo una pequeña parte de la misma, la corona de laurel, que llevó en la parte posterior de la cabeza adornando su moño bajo en lugar de usarla como una tiara; lució la parte de grecas griegas como collar. De este modo no solo quedó demostrado que los Marichalar todavía lucían esta joya familia, sino que dejaba claro que se trata de una pieza de lo más versátil.
Poco después, en 2020, también la escogieron las hermanas Inés y Blanca de Marichalar, sobrinas de Jaime, para sus respectivos enlaces.