Boda de los reyes Felipe y Letizia: así era la tarta nupcial de dos metros y 150 kilos
Se cumplen 20 años de la boda de los reyes Felipe VI y Letizia
En el banquete que se ofreció tras la ceremonia, destacó la tarta nupcial
Te contamos todos los detalles del espectacular postre
Se cumplen 20 años de la boda de los actuales reyes de España, don Felipe y doña Letizia, celebrada en la catedral de la Almudena. El banquete posterior se ofreció en el Palacio Real, donde los ilustres invitados disfrutaron de un histórico menú que culminó con una tarta nupcial de dos metros y 150 kilos. Te contamos qué se sirvió en aquel banquete y quién fue el responsable de la espectacular tarta.
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Los tradicionales aperitivos
Como es costumbre en las bodas, entre la ceremonia y el banquete se ofrecen unos aperitivos a los invitados. En el caso de la boda real, la elección de los mismos no dejaba dudas acerca del buen gusto, la sobriedad y el carácter español. Se sirvió jamón de Jabugo, queso manchego, empanada y croquetas, entre otras delicias.
El sobrio menú
Sin duda el menú que se ofreció en el banquete nupcial de los reyes Felipe y Letizia era una verdadera delicia. Pero, ateniéndose al protocolo, no supuso un dispendio de platos, sino que se limitó a un primero y un segundo de gran calidad. Fue servido por el desaparecido restaurante Jockey, proveedor habitual de la casa real, y consistió en hojaldre de frutos de mar sobre fondo de verduras, de primero, y un capón asado al tomillo con frutos secos, de segundo. Los vinos que acompañaron los platos fueron un Imperial Gran Reserva 1994, para el tinto, y Terras Gaudas para el vino blanco.
La espectacular tarta nupcial
La tarta fue el colofón perfecto para el menú de la boda, con unas dimensiones espectaculares, ya que medía dos metros de alto y pesaba 150 kilos. Con cinco pisos de altura, fue elaborada con una técnica impecable que permitió crear una serpentina de chocolate. La tarta se acompañó de un vino moscatel Casta Diva, caracterizado por un suave sabor a pasas y nísperos de La Marina.
El creador de la tarta
La casa real delegó la creación de la tarta al que se consideraba el mejor pastelero de España, el alicantino Francisco Torreblanca, considerado también uno de los mejores pasteleros del mundo. La elección fue un gran acierto, sin lugar a dudas, ya que 20 años después se sigue recordando aquella espectacular tarta.