Casi desde que nació su primogénito, Kate Middleton y el príncipe Guillermo han contado con María Teresa Turrión para que les ayude con el cuidado de sus hijos. Una relación laboral que comenzó cuando el pequeño tenía seis meses y que todavía continúa, siendo ahora más necesaria que nunca, cuando Kate atraviesa un momento delicado a causa de sus problemas de salud. 

La niñera lleva mucho tiempo en la vida de los pequeños y eso se ha ido reflejando en las pequeñas cosas, como en la habilidad de los tres de aprender nuevos idiomas, María Teresa no ha dudado en enseñarles un poco de español. 

Ella llegó a sus vidas gracias a sus referencias, se ha formado en una de las mejores escuelas profesionales, y su elección parece haber sido todo un acierto con el que ambas parten han salido ganando. Ejerció como niñera interna durante el tiempo que la familia vivió en el Palacio de Kensington, dejando de ser interna cuando se mudaron a Adelaide Cottage.

María Teresa nació en Palencia hace 53 años y lleva trabajando para los príncipes de Gales desde 2014. Se mudó a Reino Unido para estudiar en la Universidad Norland College, uno de los centros educativos más prestigiosos y donde, durante tres años, se formó como cuidadora y enfermera de los niños de la alta sociedad. 

En este centro, además de enseñarle todo lo necesario para ejercer como niñera, también les enseñan otras habilidades, como defensa personal o conducción en situaciones complicadas, lo que puede emplear para escaparse de los paparazzi. 

Se espera de ella gran discreción, de hecho ella no tiene redes sociales en la que compartir su vida con sus amistades. Como todas las personas que trabajan para la realeza, María también tuvo que firmar un contrato de confidencialidad, y tiene que cumplir las estrictas reglas que se esperan de ella, como por ejemplo, evitar decir la palabra ‘niño’, para no dar la impresión de sentirse superior por ser una persona adulta. Siempre se refiere a George, Charlotte y Louis por sus nombres. 

El trabajo que se espera de ella tiene que ser impecable y parece que así es, pues la familia solo tiene buenas palabras para su trabajo y su relación con los más pequeños de la casa, pero también con los adultos, que son quienes marcan las pautas a seguir con su educación. También son quienes se encargan de pagar el salario de Turrión, un sueldo generoso, acorde con las responsabilidades que tiene. 

Un recién graduado en la escuela Norland puede llegar a ganar, sin ser interno, unas 42.000 libras anuales (unos 51.000 euros) según The Mirror. Debido a la experiencia de María, sus responsabilidades y a la familia para la que trabaja, se estima que podría estar ganando unos 144.000 euros al año, aunque esta cifra podría ser incluso mayor, no por nada se ha convertido en una figura fundamental en la vida del futuro heredero al trono de Inglaterra.