El duque de Westminster va a dejar de ser uno de los solteros de oro de la nobleza británica y pronto podrá presumir de su flamante esposa, porque la pareja planea una boda por todo lo alto, tal y como merece uno de los hombres más poderosos de Reino Unido. 

La vida de Hugh Grosvenor cambió radicalmente en 2016, cuando la muerte de su padre le convirtió en el séptimo duque de Westminster, heredó el ducado y la fortuna familiar, estimada en 10.700 millones de euros, además posee más tierras que el propio Carlos III, algunas de ellas en España, pues tiene más de 1.500 propiedades en 60 países diferentes. 

Tras dos años de discreta relación, Hugh va a casarse con su prometida, Olivia Henson, un enlace muy esperado por la importancia que tiene el Duque en la sociedad británica, pero también por su cercana relación con la familia real británica, de quienes se esperaba su presencia, aunque los problemas de salud que atraviesan ha modificado sus planes. 

El 7 de junio de 2024 es la fecha que la pareja ha seleccionado para jurarse amor eterno frente a todos los familiares, amigos y seres queridos que acudan a la ceremonia, que tendrá lugar en la catedral de Chester, en el condado de Cheshire. Este no solo es un lugar cargado de belleza, también tiene importantes vínculos para la familia del novio, tal y como explicaba un portavoz al anunciar los planes de la pareja. “Cheshire es el hogar de la familia y mientras la conexión de la señorita Henson con la zona sigue creciendo, están ansiosos por celebrar su boda allí”. 

Por el fuerte vínculo que tiene con la familia real, se espera que acudan al enlace el rey Carlos III y la reina Camila. Si vínculo con ellos quedó más que claro el día de la coronación del monarca, porque Hugh fue el encargado de llevar el estandarte real en la ceremonia religiosa, que se celebró con gran solemnidad en la Abadía de Westminster.

En su amplia lista de invitados también se esperaba que acudieran los príncipes de Gales, de hecho se especuló con que el príncipe George podría tener un papel destacado en la ceremonia, ya que Hugh es su padrino. Sin embargo, la salud de Kate ha hecho que todos estos planes queden en el aire, sin confirmación oficial de qué hará la familia llegado el gran día. 

Quien no se espera que acuda es el príncipe Harry, porque a pesar de la gran amistad que le une con el novio, se cree que habría tomado la decisión de no invitar al duque de Sussex para evitar tensiones, debido a la mala relación que tiene Harry con su hermano y que no parece haberse suavizado con el tiempo. 

Así lo afirmaban desde medios internacionales, como The Times, que aseguraban que la finalidad de esta decisión era “evitar que nada ensombrezca el día, especialmente para Olivia es la prioridad”. Esto no se sabe con certeza, pues también podría suceder que le haya invitado, pero haya declinado la invitación.