Castillo de Balmoral: el lugar en el que murió Isabel II se puede visitar por 116 euros
Este verano se podrá visitar el castillo de Balmoral
Era la residencia preferida de Isabel II y en la que murió
Te contamos todo acerca de esta visita propuesta por el rey Carlos III
El castillo de Balmoral se podrá visitar este verano, aunque por poco tiempo y por un precio que no resulta del todo asequible. La residencia preferida de Isabel II, la misma en la que eligió pasar sus últimos días, abre por primera vez al público. Al parecer, el rey Carlos III hace realidad un deseo de su madre, que era facilitar a su pueblo el acceso a las posesiones de la casa real. El castillo, situado en las Highlands de Escocia, era el refugio de la monarca durante sus vacaciones de verano, a unas 9 horas en coche del londinense palacio de Buckingham. Allí, además de disfrutar de una residencia hecha a su medida, estaba junto al río Dee y cerca de la montaña Lochnagar.
Una breve visita a un alto precio
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Quienes deseen disfrutar de la majestuosidad de la fortificación escocesa, podrán hacerlo entre el 1 de julio y el 11 de agosto de este año. Cada día solo podrán acceder al castillo 50 personas y el precio de la entrada es de 116 euros (100 libras). Durante la visita, además de recorrer los jardines y algunas estancias, se puede degustar un servicio de té, con todo tipo de infusiones inglesas, dentro del castillo, siempre y cuando se paguen 50 libras más por persona. El éxito de la convocatoria ha sido absoluto y todas las entradas están vendidas. Si te quedas con las ganas de conocer este castillo tan emblemático, puede que no tarden en ofrecer más visitas similares.
El castillo de Balmoral
El famoso castillo de Balmoral está situado en una finca de más de 200 kilómetros cuadrados que albergan 150 edificaciones. Además de tratarse de una vivienda residencial, los terrenos son utilizados para explotación agrícola. Otras viviendas de la casa real, como el palacio de Buckingham o el castillo de Windsor, son propiedad del Estado de la Corona y se financian con la contribución de los británicos. Sin embargo, el castillo de Balmoral es una propiedad personal que Isabel II heredó de su familia.
No dudamos de lo fascinante que debe ser recorrer sus pasillos y estancias, o caminar por sus jardines, por no hablar de tomar un té al más puro estilo british. Así que, aunque ya no podremos hacerlo este verano, seguiremos pendientes de las decisiones de la Corona inglesa al respecto.