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La antigua realeza francesa todavía permanece presente gracias a algunos de sus descendientes, como la dinastía de los Capetos, herederos de quienes reinaban en Francia antes de la abolición de la monarquía. De un tiempo a esta parte, de nuevo se han convertido en el centro de atención, esta vez porque las nuevas generaciones parecen haber encontrado el amor y sus bodas les han convertido en noticia.
El 25 de junio de 2022, en la iglesia de Saint-Aubi, se casaba la princesa Charlotte y lo hacía con el diplomático guatemalteco Javier Valladares Urruela, luciendo la misma tiara que llevó su madre, de estilo griego.
En julio de 2023, su hermano, el príncipe Amaury, era quien daba el paso, protagonizando un enlace por todo lo alto que unió a dos importantes familias de la aristocracia francesa, pues a las raíces regias del novio había que sumar que la novia, Pélagie de Mac Mahon, es descendiente del expresidente de la República Francesa Patrice de Mac Mahon.
El 6 de julio de 2024 será Elisabeth de Borbón-Parma quien dé el paso y se una a quien ha sido su pareja en los últimos años y con quien convive en Bruselas, Xavier Denis, que es siete años mayor que la princesa y que, como ella, trabaja en el mundo de las finanzas.
Elisabeth, descendiente de las casas reales de Dinamarca y Rumanía, es la tercera de los cuatro hijos que tienen el príncipe Carlos-Emmanuel y la princesa Constanza de Borbón-Parma; además de los ya nombrados, tiene otra hermana, la princesa Zila. Además, su abuelo, el príncipe Michael, era un famoso piloto de carreras. La presentación de Elisabeth en sociedad tuvo lugar en 2014, en el Baile de Debutantes de París, donde bailó con su padre.
Se espera que el enlace de Elisabeth se convierta en punto de encuentro de grandes nombres de la aristocracia francesa, como el príncipe Carlos de Borbón y Parma, actual jefe de la Casa Real de Parma y duque de Parma, quien ya se dejó ver de la mano de su esposa, la princesa Annemarie de Luxemburgo, durante la boda del príncipe Amaury, un enlace al que Charlotte, la hermana mayor, acudió visiblemente embarazada del que fue el primer hijo de la pareja.
Todavía se desconoce si Elisabeth aprovechará estos dos enlaces en la familia para buscar inspiración para el suyo propio, si querrá seguir los pasos de su hermana o preferirá una boda más parecida a la de su hermano, que fue un poco más extravagante y la novia lució un look un poco más recargado, optando por un vestido bordado y con encajes. Ella también optó por llevar una tiara, algo habitual en este tipo de eventos.
Siempre con la discreción por bandera, Elisabeth de Borbón y Parma se prepara para encarar una etapa, al lado del hombre junto al que ha encontrado el amor y con quien planea pasar el resto de su vida.