Así fue la boda Jaime de Borbón-Dos Sicilias y Charlotte Lindesay en Palermo
Jaime de Borbón-Dos Sicilias y Charlotte Lindesay se casaron el 25 de septiembre de 2021
La novia quiso hacer honor a sus orígenes escoceses llegando a la iglesia acompañada de un coro de gaitas
Jaime de Borbón-dos Sicilias y lady Charlotte Lindesay-Bethune: 'Sí, quiero' real en Palermo
Por mucho que se planifiquen las cosas, hay ocasiones en las que es necesario rehacer los planes y eso fue precisamente lo que tuvieron que hacer Jaime de Borbón-Dos Sicilias y Charlotte Lindesay, pues la pareja, que tenía pensado celebrar su boda en la Catedral de Palermo, tenía que reubicarla pocos días antes del enlace, que finalmente se celebró en la Catedral de Santa María la Nueva de Monreale (Palermo).
Un cabio de planes necesario a causa de las medidas sanitarias, algo lógico si tenemos en cuenta que la pareja se casó el 25 de septiembre de 2021, cuando todavía era necesario tener precauciones concretas a causa de la crisis sanitaria vivida.
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Así fue la boda de Jaime de Borbón-Dos Sicilias y Charlotte Lindesay
Esta boda fue todo un acontecimiento en Monreale, la pequeña localidad en la que finalmente tuvo lugar el enlace, un lugar cercano a Palermo (Sicilia). Esta fue una de las pocas ocasiones en las que tuvo que ser la novia la que esperara, subida al carruaje tirado por varios caballos blancos, a que llegara el novio. Ella llegó acompañada de un coro de gaitas, todo un homenaje a sus orígenes escoceses, y tuvo que esperar unos minutos a que el novio hiciera acto de presencia subido a un Mercedes negro.
El duque de Noto, hizo su entrada del brazo de su madre, Sofía Landaluce, quien ejerció de madrina y lució elegante vestido rosa empolvado y la tradicional mantilla en color negro. Entró junto detrás de su padre, el duque de Calabria, y la madre de la novia, la condesa de Lindsay.
Lady Charlotte escogió para la ocasión un vestido de alta costura, obra de la diseñadora británica Phillipa Lepley, con cuerpo de encaje, manga larga y escote completamente cerrado al cuello, con cuerpo ligeramente evasé y un espectacular velo que no le cubría la cara, sino que llevaba sujeto de la tiara con la que coronó el conjunto, una joya familiar que no puede faltar en estas celebraciones.
Tras la ceremonia y ya convertidos en marido y mujer, la pareja se subía al mismo carruaje que había acercado a la novia y ponía rumbo a la celebración, que tendría lugar en el Palacio Real de Palermo o Palacio de los Normandos, este lugar es una antigua propiedad de la familia Dos Sicilias y actualmente es Patrimonio de la Humanidad. Los novios querían que este lugar formara parte de su gran día y contaron con el beneplácito de las autoridades para ello.
Hasta allí les acompañaron sus invitados, entre los que no faltaron ilustres nombres de la alta sociedad, como los duques de Huéscar, Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James, o el otro de los hijos del duque de Alba, Carlos, con su mujer, Belén Corsini.
El novio está emparentado con la familia real española, su abuelo era primo del rey Juan Carlos y uno de sus amigos más cercanos, pero la novia no se queda atrás. Aristócrata escocesa, está emparentada con las casas reales de Gran Bretaña, Baviera, Francia, Hannover, Prusia y Dinamarca.