La Casa Real Noruega sigue inmersa en un complicado escándalo a raíz de las graves acusaciones que han surgido contra Marius Borg, hijo mayor de la princesa Mette-Marit. El joven, que ha sido detenido hasta en dos ocasiones, también ha sido acusado por varias de sus exnovias de mostrar un comportamiento violento. Una situación bastante comprometida, y que casi consigue opacar la boda de la princesa Marta Luisa con Durek Verrett, celebrada a finales de agosto. Sin embargo, tanto Hakoon como Mette-Marit intentaron hacer caso omiso a los rumores y no dudaron a la hora de acompañar a la feliz pareja en su día, donde también estuvieron presentes los dos hijos que tienen en común, Ingrid Alexandra (quien, al igual que Leonor, se encuentra en plena formación militar) y Sverre.
Desde entonces, la tensión no ha hecho más que escalar, sobre todo ahora que se ha sabido que un sicario tenía como objetivo terminar con la vida de una de las exnovias de Marius Borg, Nora Haukland. Por suerte, el individuo ya ha sido detenido, aunque todo este escándalo ha terminado pasándole factura a la familia real y ha conseguido indignar a los ciudadanos.
Además, a eso se suma que el hijo de Mette-Marit tenía una orden de alejamiento contra la chica en cuestión. Una orden que habría quebrantado mediante varias llamadas en las cuales, y según las transcripciones, se pudieron llegar a realizar amenazas de muerte. De momento, Marius niega que él hubiese proferido esas supuestas amenazas contra su ex, cuyo principal objetivo habría sido que Nora Haukland se retractase de la declaración que hizo contra el joven.
En medio de todo este drama, la Casa Real Noruega ha preferido mantenerse al margen, siendo el príncipe Hakoon el que ha roto el silencio para confirmar que se trata de un asunto serio. Mientras que, por su parte, Mette-Marit también se ha visto salpicada en medio de todo el revuelo, al saberse que ella podría haber estado muy al tanto del comportamiento problemático de su hijo.
El diario 'Se og Hør' habría sacado a la luz una conversación que su hijo Marius mantuvo con dos detectives de policía. Y, en dichos audios, los agentes le piden abiertamente que deje de vender drogas por las supuestas implicaciones que eso puede tener. Sin embargo, el joven se muestra de lo más tranquilo y deja claro que no le preocupa en absoluto la prensa, ya que tienen prohibido sacar a la luz este tipo de cosas debido a cierto pacto con los medios de comunicación. Del mismo modo, el hijo mayor de Mette-Marit asegura que todo su entorno estaba el tanto de la situación, incluida su madre.
"No se les permite escribir sobre eso. Es un acuerdo. Entonces no hay nada en qué pensar, no estoy preocupado por eso", confiesa en los audios que se han filtrado. Completamente indiferente, en la conversación alega que "su círculo de amigos es el mismo desde hace diez años". Es decir, que tampoco tendría intención de redimirse o cambiar a raíz de los delitos que ha cometido. "Así son las cosas. Mis padres lo saben, mis amigos también, no puedo hacer nada al respecto".
Unos audios que no dejan en muy buen lugar a Mette-Marit, que a pesar de ser conocedora de estos hechos, no hizo nada al respecto. Un escándalo que compromete por completo la imagen de la familia real noruega, que actualmente vive sus horas más bajas.