Mette-Marit de Noruega atraviesa uno de los momentos más complicados de su vida, y es que en medio del escándalo relacionado con los delitos de su hijo mayor, Marius Borg, la princesa también tiene que hacer frente a su enfermedad pulmonar. Su delicada salud lleva tiempo siendo objeto de debate, y ahora parece que se ha visto obligada a retomar su tratamiento para la fibrosis pulmonar crónica que padece.

La Casa Real de Noruega se ha encargado de emitir un comunicado urgente sobre el estado de salud de la Princesa heredera, lo que podría obligarla a modificar su agenda. Sobre todo, debido a los efectos secundarios y malestar que puede provocarle la medicación. "Ha reiniciado el tratamiento para su enfermedad pulmonar crónica", informan en el escrito real. "La experiencia anterior ha demostrado que los medicamentos pueden provocar efectos secundarios que pueden tener consecuencias para su agenda oficial. Por eso, nos parece natural compartir esta información en la situación en la que nos encontramos", detallan al respecto sobre la decisión que se han visto obligados a tomar.

De esa forma, este tratamiento ayudaría a Mette-Marit a paliar los síntomas de su enfermedad, a la que lleva haciendo frente desde 2018, cuando fue diagnosticada. Pero, ¿en qué consiste la fibrosis pulmonar crónica? Se trata de una dolencia bastante grave, que provoca la cicatrización progresiva del pulmón, por lo que el órgano pierde flexibilidad y sufre un fuerte deterioro. De hecho, en el peor de los casos puede evolucionar hacia la insuficiencia respiratoria. Justo por eso, este padecimiento le ha impedido a Mette-Marit hacer vida normal en algunos momentos y también ha explicado su ausencia en diversos actos públicos, a pesar de que ella ha intentado tratarlo con normalidad.

La experta en realeza Caroline Vagle explica en el medio noruego 'Se og Hør' que este anuncio es muy buena señal, ya que deja claro por qué la princesa se ausentará de sus obligaciones reales. "El tratamiento podría provocar más ausencias y por eso informan de esto. Ella siempre ha sido abierta sobre su enfermedad crónica y es algo bueno. Cuando lo contó por primera vez, dijo que quería contarlo para evitar especulaciones", ha comentado sobre el estado de la princesa.

Por otro lado, este nuevo golpe para Mette-Marit llega en una etapa de lo más convulsa para la familia real noruega, teniendo en cuenta el grave escándalo en el que se ha visto envuelto Marius Borg, su hijo mayor. El joven, que fue detenido el pasado agosto por una agresión a su novia, daba pie a toda una investigación en la que han salido a la luz ciertos audios muy comprometidos que salpicarían incluso a su propia madre. Sobre todo, porque el joven asegura que su entorno estaba al tanto de todos sus movimientos, incluidas esas fiestas secretas que ha llegado a montar en la residencia real de Skaugum, donde se presupone que llegaron a robar.

De momento, la postura que han tomado tanto la Princesa heredera como su esposo Haakon, ha sido la de guardar silencio y guardarse sus opiniones ante un tema tan delicado.

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