Lukas Sajonia-Coburgo: así es el hijo de Kubrat de Bulgaria que ha dejado su plaza de psiquiatría
Mirko y Lukas, los hijos mayores de Carla Royo-Villanova y Kubrat de Bulgaria, han estudiado Medicina
Lukas tenía plaza en Plasencia, pero ha preferido dejarlo porque no estaba contento
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Lukas Sajonia-Coburgo es el mediano de los tres hijos que ha tenido el matrimonio formado por Kubrat de Bulgaria y Carla Royo-Villanova, y el segundo que ha decidido seguir los pasos de su padre. Mientas Mirko ha estudiado medicina y trabaja como cirujano, igual que su padre, Lukas ha optado por la psiquiatría. El pequeño de los tres, Tirso, es quien más se aleja de la profesión familiar, pues se encuentra estudiando una ingeniería.
A pesar de que los tres viven sus vidas con discreción, Lukas se convirtió en noticia hace poco tiempo cuando se supo que dejaba su puesto en Plasencia, donde estaba dedicado a su especialidad y realizando el MIR. El joven necesitaba un cambio y optó por cambiar de aires y regresar a su casa, Madrid.
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Esto no quiere decir que abandonara la carrera por completo, pues al parecer y tal y como explicó él mismo, lo que necesitaba era un cambio de aires, no de profesión. No se terminaba de adaptar a su vida en Extremadura, tal vez porque se sentía observado, algo que él achacaba a su "extravagancia en el modo de vestir, más formal de lo habitual", tal y como relataba en conversación con el periódico extremeño Hoy.
Aquí también hacía hincapié en que había sido una experiencia fabulosa y que había conocido a gente muy interesante. Cuando comenzó su trabajo lo hizo con ilusión, pero esa incapacidad de adaptarse socialmente con el tiempo le había pasado factura y se fue “desanimando”.
“Plasencia es una ciudad preciosa, con gente muy alegre y jovial, me ha encantado conocer esa zona de Extremadura, me gustaba mucho coger la moto o el coche y conocer sitios, y en el hospital hay profesionales buenísimos, pero se dieron una serie de circunstancias personales que me llevaron a tomar la dura decisión de renunciar”.
Una vez de vuelta en Madrid, la intención del joven era retomar su profesión, sacando una nueva plaza para continuar con su formación en la capital, rodeado de su gente, pero las cosas no salieron tal y como él se había imaginado. “Yo esperaba quedar entre el puesto 1.500 y el 2.000, porque había estudiado mucho y era ya mi segunda oposición, pero el examen coincidió con una mala semana y finalmente quedé en torno a la posición 6.500. Eso hizo que ya no hubiera plazas libres en Madrid ni tampoco en otros destinos que eran mis preferidos”.
Comparte con su hermano mayor y con su padre su pasión por la medicina, pero también por los deportes, le gusta el motocross y el esquí acuático, también practica esquí. El ejercicio físico es común a estas aficiones, pero también tiene otras en las que el ejercicio es mental, porque el ajedrez es otro de sus hobbies. Está muy unido a su familia, que se muestra orgulloso de sus logros y se ha convertido en su mejor red de seguridad para esas ocasiones en las que ha tenido que replantearse su futuro.
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